“Calma muy tensa” en los juzgados por el atasco crónico en la tramitación de procedimientos

La comunidad judicial alerta de que la huelga de letrados ha empeorado los retrasos en la Justicia, ya graves antes del paro | Los despachos miran intranquilos la nueva convocatoria de los funcionarios, que recrudecerá el embudo

Concentración de letrados judiciales el pasado febrero.   | // VÍCTOR ECHAVE

Concentración de letrados judiciales el pasado febrero. | // VÍCTOR ECHAVE / Marta Otero Mayán

La huelga de los letrados judiciales terminó hace dos semanas, pero el atasco en la administración de justicia tiene visos de prolongarse todavía más en el tiempo. Así lo alertan los profesionales ligados a la judicatura que se han visto salpicados por las consecuencias del parón, al que no achacan, no obstante, el colapso en su magnitud. “Partimos de una huelga que ha durado dos meses, en la que tienen mucho que ver situaciones anteriores, como la huelga que hubo en Galicia en 2018, la situación de pandemia. Esos tres elementos tienen como consecuencia la paralización de los procedimientos, y ahora mismo la situación no está normalizada de ninguna manera”, señala el decano del Colegio de Procuradores de A Coruña, Javier Sánchez.

Los letrados judiciales volvieron al trabajo el pasado día 28 tras nueve semanas de huelga, encontrándose, a su regreso, una montaña de expedientes sin incoar que se habían acumulado durante los dos meses de ausencia. Los letrados se pusieron manos a la obra, pero el volumen de trabajo acumulado supera con mucho el asumible por los medios humanos de los que dispone la administración.

Una circunstancia que llevó a los letrados, resarcidas sus exigencias salariales pero todavía en negociaciones con el Ministerio de Justicia, a demandar un plan de recuperación para ponerse al día. Los procuradores censuran el hecho de que no haya habido avances significativos en este particular durante los meses que duró la huelga.

“La tramitación anterior y la nueva de estos dos meses ha conformado un embudo que no es posible desatascar. No hay un plan concreto de recuperación, los Tribunales Superiores de Justicia están analizando la situación. Se podría haber avanzado durante la huelga, hubo tiempo para ello. Por experiencias anteriores, no invitan al pesimismo. Al final, el último eslabón es el ciudadano. Nadie se acuerda de él, que es el primer perjudicado”, censura Sánchez.

Los letrados matizan que la evolución de la situación desde que se levantó la huelga es difícil de valorar, pues el cese del parón coincidió con el inicio de la Semana Santa, lo que prolongó la parálisis. “El fin de la huelga coincidió con el final del trimestre. Cada trimestre, en los juzgados se cubre un boletín estadístico que se envía al Consejo General del Poder Judicial para dar cuenta de los asuntos que entraron, lo que se resolvieron y los que están pendientes. Cuando se elabore ese informe, se podrá ir viendo la situación en la que estamos y adoptar algunas medidas de refuerzo”, explica el letrado judicial Fernando Santiso, que, añade, la adopción de medios para la resolución de este embudo es otro de los puntos que figuran en la negociación con el Ministerio que siguen debatiéndose. “Hay asuntos que quedaron pendientes de ser afrontados en los próximos meses. Se habló de la creación de mesas de trabajo para pulir esas regulaciones. Una de esas mesas debe analizar la situación en los juzgados y la posibilidad de establecer planes de actuación”, explica Santiso.

El atasco, que ya por sí misma conlleva retrasos considerables en la tramitación de múltiples procedimientos, puede verse agravado en los próximos meses tras el anuncio de la convocatoria de huelga del cuerpo de funcionarios judiciales, llamados al parón a partir del próximo lunes, una medida con la que esperan conseguir mejoras salariales como las obtenidas por los letrados. “Los funcionarios entienden que deben negociarse con ellos un posible aumento de sueldo. Estas reclamaciones ponen de manifiesto que en la administración de justicia hace falta un pacto entre el Ministerio, el Consejo, los funcionarios que prestamos servicios”, explica Santiso.

El anuncio de la convocatoria, no obstante, ha aumentado la tensión en los despachos de abogados, que observan con preocupación un posible recrudecimiento de la parálisis que redunde en su volumen de trabajo e ingresos. “Estamos expectantes. Hay una intranquilidad grande en la abogacía ante la posibilidad de que se pueda parar todo. Hay despachos que viven de pleitos: seguros, bancos, impagos, que cobran por sentencia. Sin sentencia, no cobran. La situación es de calma muy tensa”, advierte el presidente del Colegio de Abogados de A Coruña, Augusto Pérez Cepeda, que añade que es “pronto” para realizar previsiones sobre el funcionamiento de la administración tras la reincorporación de los letrados. Los procuradores se alinean en el mismo sentido y aseguran que, aunque observan las reclamaciones de los funcionarios como “legítimas”, apuntan a que la solución debe ser el diálogo y que la huelga es un instrumento que debe servir como “Nos olvidamos de que la finalidad de este servicio público es la tutela judicial efectiva de los intereses legítimos de los ciudadanos. Eso no se está cumpliendo”, lamenta Javier Sánchez.

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