Tragedia del 'Urquiola' en 1976: el día que llovió petróleo en A Coruña

Un buque procedente del Golfo Pérsico sufrió un pavoroso incendio en 1976 tras rozar unas agujas del fondo marino que no figuraban en las cartas náuticas

Tragedia del 'Urquiola' en A Coruña en 1976: El día que llovió petróleo en A Coruña

El 12 de mayo de 1976 es un día marcado en rojo en el calendario histórico de A Coruña. Un petrolero procedente del Golfo Pérsico, el Urquiola, rozó unas agujas del fondo marino que no figuraban en las cartas náuticas, sufrió una fuga de parte de las 107.000 toneladas de combustible que transportaba con destino a la refinería de Petrolíber (hoy Repsol) y quedó destruido tras un pavoroso incendio. Una inmensa humareda cubrió buena parte del cielo, de tal modo que en pleno día parecía que había anochecido de repente, y también se dio fenómeno que quedó grabado en el recuerdo de muchos vecinos: el aire arrastró partículas de crudo que se depositaron sobre coches y cristales de los edificios. Un vídeo filmado por el profesional del sector audiovisual, Luis Longueira, muestra cómo fueron aquellos momentos.

La catástrofe se originó sobre las ocho de la mañana, cuando el mercante enfilaba el canal de acceso al puerto. En ese momento, “sin saberse los motivos”, el casco del buque chocó contra una aguja rocosa, en el banco de As Yacentes (una zona rocosa de poca profundidad situada en la boca de la ría coruñesa), abriéndose brechas en el casco, según recoge la publicación Cronología Coruñesa 1901-1993. Ante el riesgo de una explosión, las autoridades marítimas decidieron enviar el barco fuera de la bahía, para lo que se desembarcó a la tripulación. A bordo solo quedaron Sánchez Lebón y el capitán, el coruñés Francisco Rodríguez Castelo, a quienes se encargó la tarea de conducir al Urquiola a aguas exteriores, lo más lejos posible. Antes de que pudieran llevar a cabo su labor, una fuerte explosión hizo saltar el barco por los aires y lo envolvió en llamas. “A las dos de la tarde y por causas desconocidas, se produjo una gran explosión, visible desde la península de la Torre de Hércules que lanzó al aire parte de la proa del buque”, indica el libro.

El día que llovió petróleo en A Coruña

El día que llovió petróleo en A Coruña / LA OPINIÓN

Los dos hombres que permanecían a bordo se lanzaron al mar y trataron de ponerse a salvo, aunque la superficie del agua estaba cubierta del fuego que consumía la carga del buque. Sánchez Lebón nadó durante tres horas hacia la costa de Mera y en su travesía divisó los centenares de personas que contemplaban la tragedia desde la costa, sin comprender por qué ninguna de ellas le prestaba ayuda. Tras arribar agotado por el esfuerzo a la ensenada, el práctico fue auxiliado por quienes se encontraban en la zona, que quedaron espantados al verle salir del agua totalmente cubierto de petróleo, ya que pensaron que se había abrasado con las llamas.

Sánchez Lebón sufrió una gran conmoción psicológica a causa de este accidente, ya que debió permanecer dos meses de baja, aunque fue más afortunado que el capitán Rodríguez Castelo, que falleció aquel día. Su mujer, Isabel, se hallaba entonces embarazada de la que sería la tercera hija del matrimonio.

Sánchez Lebón nadó durante tres horas hacia la costa de Mera

Cronología Coruñesa 1901-1993 señala que “a las cuatro y media de la tarde una fina lluvia de petróleo empezó a cubrir los coches aparcados en las calles coruñesas y a manchar las fachadas de las casas”. Además, asegura que “algunas zonas de A Coruña estaban en penumbra y muchos coches circulaban con las luces de cruce encendidas”.

Al día siguiente este suceso fue portada en diferentes periódicos. Pudieron leerse titulares como "el petrolero 'Urquiola' explota en la entrada del puerto de A Coruña" o "amenazadora 'marea negra' en aguas de A Coruña a causa del incendio y destrucción del 'Urquiola".

El día que llovió petróleo en A Coruña

El día que llovió petróleo en A Coruña / LA OPINIÓN

La sentencia judicial

¿Cuáles fueron las causas de este accidente marítimo? El Tribunal Supremo dictó una sentencia en 1983 que dio respuesta a esta pregunta. La prensa de la época recoge que “la Administración General del Estado” fue condenada “a pagar una indemnización de 10 millones de pesetas por la muerte del capitán del barco, Francisco Rodríguez Castelo”.

“La colisión, según la resolución judicial, fue ocasionada por el anormal funcionamiento del servicio público de cartografía marina y de información sobre el mar y el litoral y culminó con el fallecimiento del capitán que pudo haber sido evitado con el funcionamiento normal del servicio público de ordenación, seguridad y salvamento marítimo”, relataban los periódicos en 1983 tras conocerse la decisión del Supremo.

La colisión, según la resolución judicial, fue ocasionada por el anormal funcionamiento del servicio público de cartografía marina

El fallo de los jueces también explicitó que el capitán no tuvo ninguna responsabilidad en el siniestro porque “no existió culpa o negligencia” del marino, que “cumplió en todo momento con los deberes de su cargo de manera irreprochable con tal dedicación y heroísmo que perdió su vida”, conducta que la sentencia calificó de “ejemplar y compartida con el práctico del puerto”.

La decisión adoptada por el Tribunal Supremo fue hecha pública por miembros del Sindicato Libre de la Marina Mercante, en una rueda de prensa realizada en Bilbao.

El día que llovió petróleo en A Coruña

El día que llovió petróleo en A Coruña / LA OPINIÓN

La carrera profesional del práctico

Benigno Sánchez Lebón falleció en 2012 a los 81 años en su domicilio de Bertamiráns, en el concello de Ames. Su actuación como práctico del puerto en el desastre del petrolero Urquiola en 1976, a cuya explosión y posterior incendio sobrevivió de forma sorprendente, le convirtieron en un personaje de gran relevancia.

Comenzó su carrera profesional en la mar con solo 17 años a bordo de los pesqueros con base en A Coruña y con 21 años ya era capitán de uno de los que faenaban en las costas de Terranova, cuando los buques que llegaban hasta aquellas aguas no disponían de más medios técnicos para navegar que un simple sextante. Tras cinco años como capitán de buques mercantes, decidió optar a una plaza de práctico, ya que siempre mostró afición por las maniobras de los barcos. Por entonces contaba tan solo con 29 años, una edad inusual para esta profesión, por lo que en una ocasión el capitán de un barco le exigió que le mostrase su acreditación de su título.

Lebón, a la izquierda durante el homenaje de 2011.

Lebón, a la izquierda durante el homenaje de 2011. / FRAN MARTINEZ

El homenaje de 2011

Hubo que esperar desde 1977 a 2011 para que la ciudad rindiera homenaje a los protagonistas de la tragedia del Urquiola, ya que fue el año pasado cuando el Ayuntamiento de A Coruña les dedicó una placa en el lugar de punta Herminia en la que se recuerda a Castelo, Sánchez Lebón e Ignacio Arnáiz, el jefe de seguridad de la refinería que iba a bordo de una embarcación junto al petrolero y que también sobrevivió de forma milagrosa a la explosión.

Durante el acto, el práctico recordó que la causa del accidente fueron unas rocas que no aparecían reflejadas en las cartas de navegación a pesar de que, según denunció, habían sido muchos los marineros que habían alertado de su presencia. "Los barcos que entraban en el puerto ya habían denunciado que las agujas estaban ahí", expuso este trabajador del mar, que añadió que la decisión de sacar el barco a mar abierto en lugar de meterlo en el puerto había sido la correcta para evitar que la ciudad, bajo la que pasan las tuberías de la refinería, se convirtiera "en una Roma de Nerón".

No todo el mundo compartió la misma opinión. El entonces alcalde José Manuel Liaño Flores afirmó durante el homenaje que “hubo un error humano, porque se hizo volver al buque fuera del puerto y eso hizo que volviera a producirse un roce”.  Además, señaló que “de haberse metido en el puerto, yo creo que no habría ocurrido absolutamente nada".

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