Casi la mitad de los puntos de recarga de coches eléctricos de la ciudad están fuera de servicio

El porcentaje de enganches inactivos es cerca del doble de la tasa española | Los usuarios explican que los dueños dependen de reponer la batería en sus domicilios y denuncian que muchos puntos públicos son lentos

Punto de recarga para coches eléctricos estropeado en la calle Galileo Galilei.   | // VÍCTOR ECHAVE

Punto de recarga para coches eléctricos estropeado en la calle Galileo Galilei. | // VÍCTOR ECHAVE / Enrique Carballo

Si el dueño de un coche eléctrico se acerca al azar a un punto de recarga público en las calles coruñesas, la mitad de las veces se encontrará con un enchufe inútil. En A Coruña existían en el primer trimestre de este año, de acuerdo con cifras proporcionadas a este diario por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), un total de 79 puntos de recarga, pero solo 42 estaban activos. Otros 39, el 47% del total, estaban inactivos.

La alta cantidad de enganches inactivos es un problema en otras partes de España y de Galicia, pero el porcentaje es especialmente alto en A Coruña. De acuerdo con Anfac, la tasa de puntos de recarga inútiles en el conjunto del país, contando los que están en mal estado, se han averiado o no están conectados a la red de distribución eléctrica, es del 24%, casi la mitad de la coruñesa. En Galicia está en el 27%, aún muy por debajo del porcentaje de la ciudad.

La situación, en palabras del delegado en A Coruña de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos, Juan Furones, es “frustrante, más que nada porque al final dependes del punto de recarga que tú tienes en casa”. En su caso, tiene un coche híbrido, y reside actualmente en Ribeira. Emplea allí el motor eléctrico porque sus viajes son de “diez kilómetros en cada sentido” y le llega la autonomía, pero “cuando tengo que desplazarme a A Coruña uso el motor de gasolina” por la dificultad de recargar en la ciudad.

Una página web, map.electromaps.com, muestra los puntos disponibles en la ciudad, incluyendo los que están inutilizados. “Colaboramos con ella y los datos están bastante actualizados”, indica Furones, pero aún así los dueños de coches tienen malas experiencias. “Me ha pasado intentar recargar cerca del Hotel Attica, donde hay varios puntos de Iberdrola, y fue imposible”, indica el delegado de la asociación de usuarios.

Otro problema, explica Furones, es que hay un número tan bajo de puntos de recarga que “resultan insuficientes para los coches que se están vendiendo”. Cuando un vehículo ocupa uno por un tiempo largo frustra al resto de usuarios, algo que ocurre, por ejemplo, en Marineda, donde algunos propietarios dejan el coche mientras realizan sus compras. Allí aparecieron hace poco, señala, “notas amenazadoras”, que alguien firmó falsamente en nombre de su asociación, instando a los dueños de vehículos a salir de los puntos con más celeridad.

Esto se agrava por la propia naturaleza de los puntos, mucho más lentos que un surtidor de gasolina. “La velocidad depende del punto de recarga en el coche: hay algunos con los que en 20 minutos llegas al 80% de la recarga de la batería, pero en otros se tarda cuatro, cinco, siete horas... Normalmente los que están a disposición del público están en un punto intermedio”, señala Furones, que demanda un “despliegue generalizado” de enganches públicos para cubrir la demanda que supone el incremento de la flota.

El “círculo vicioso” eléctrico

Y esta no aumenta más, según cree el presidente de Teletaxi, Ricardo Villamisar, por un “círculo vicioso”: el coche no se ha hecho tan popular como se creía, lo que a su vez ha desincentivado instalar puntos, y la falta de mercado provoca que se coloquen menos.

En Teletaxi tienen varios vehículos híbridos sin recarga externa y un Tesla 100% eléctrico, pero, según explica Villamisar, los taxistas también dependen de que el punto que tengan instalado en su casa les proporcione “autonomía” para toda la jornada, pues acudir a los puntos públicos no resulta práctico. En primer lugar, muchos puntos “no funcionan” y los que hay no son demasiados. Ahora, según indica, es obligatorio tener un punto de recarga por cada 40 plazas en los aparcamientos no residenciales, pero cree que no se cumple. Y, además, “si no tienen una potencia considerable tardas bastante tiempo: con el equipo normal que tienes en un punto de centro comercial te llevaría quince horas cargar, no es viable”.

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