Los muelles, el bus y urbanismo, ejes del pacto del PSOE y el BNG en A Coruña para que Rey gobierne en solitario

Socialistas y nacionalistas llegan a una entente que descarta el Ejecutivo de coalición y se ciñe a la investidura de este sábado

El Bloque introduce propuestas de su programa entre los asuntos que acuerdan abordar en el mandato

El PSOE, con once concejales tras las elecciones municipales del 28 de mayo, volverá a gobernar en minoría en A Coruña otros cuatro años. El BNG, que pasó de dos a cuatro ediles, apoyará este sábado la investidura de Inés Rey como alcaldesa sin entrar en el Ejecutivo local. Este apoyo se canaliza a través de un acuerdo al que las dos fuerzas políticas llegaron ayer en la tercera de las reuniones que desde la semana pasada han mantenido para definir la fórmula de gobierno en la ciudad. El pacto, que será firmado esta mañana tras ser aprobado ayer por la asamblea local del Bloque “por amplia mayoría”, se sustenta en distintos asuntos, entre ellos los muelles interiores, la concesión del bus urbano y el desarrollo de ámbitos urbanísticos, según apuntan a este periódico fuentes conocedoras de la negociación. Las formaciones han consensuado la celebración de reuniones periódicas de seguimiento de los compromisos alcanzados.

PSOE y BNG quedan por tanto vinculados a un pacto que ciñen a la “investidura”, que no es “de mandato”, matizan las mismas fuentes. Esa relación conlleva un “intercambio”, añaden, por el cual los nacionalistas apoyan la segunda proclamación de Rey como regidora y los socialistas se “comprometen” a abordar en los próximos cuatro años materias de distinta índole, no solo urbanísticas o portuarias, también culturales y medioambientales, propuestas por el Bloque en su programa electoral.

El portavoz municipal, José Manuel Lage, y la concejal nacionalista Avia Veira, que participaron en las reuniones, firmarán hoy ese acuerdo en María Pita en un acto solo para prensa gráfica, y poco después comparecerá en solitario en un hotel de la ciudad el portavoz del BNG en el Concello, Francisco Jorquera, para evaluar las conversaciones de estos días. No está prevista convocatoria de la alcaldesa para pronunciarse sobre el pacto. “Estamos satisfechos por este acuerdo. Inés Rey será alcaldesa nuevamente, apoyada por 15 concejales Será un gobierno en minoría, que responde a la mayoría social progresista que hay en la ciudad”, destacó Lage, al término de la reunión. Veira eludió dar detalles y resaltó que la validez del pacto la daría el apoyo de la asamblea local de la militancia, que después lo respaldó.

A dos días de la investidura de Inés Rey, ha quedado definida la fórmula de gobierno en A Coruña. Desde el primer momento de las negociaciones, el PSOE dejó clara su intención de volver a gobernar en minoría con dos ediles más que el pasado mandato, once. El BNG, por su parte, duplicó su representación en María Pita —aunque es inferior a la que tuvo entre 2007 y 2011 cuando gobernó en coalición con seis concejales junto a los socialistas—, pero en ningún momento expresó su preferencia por formar parte de nuevo de un gobierno bipartito. En el periodo que duraron los contactos, del jueves a este miércoles, las partes evitaron hacer valoraciones, aunque antes el Bloque había aludido a “mecanismos” para garantizar el cumplimiento de acuerdos con el PSOE matizando que un gobierno compartido no era la única forma. Los nacionalistas, además, manifestaron reservas respecto a la formación de un cogobierno por la concentración del control municipal en torno a la Concejalía de Economía, Hacienda y Régimen Interior, dirigida por José Manuel Lage.

Asuntos de la negociación

Son varios los asuntos que forman parte del pacto de PSOE y BNG. Los muelles de la ciudad, cuyo desarrollo está pendiente de completar tras la apertura de Trasatlántico, Batería y Calvo Sotelo al uso público, han sido objeto de distintos acuerdos aprobados en pleno en el mandato anterior. En enero de 2020, por ejemplo, el BNG defendió una moción para que el Gobierno local reclamase al Ejecutivo estatal la creación de un consorcio que definiese el futuro de los muelles y la condonación de la deuda de la Autoridad Portuaria, u otra solución financiera, por la construcción del puerto exterior;_la moción fue respaldada por unanimidad. Ahora los nacionalistas, en el marco de la negociación por la investidura de Rey, ponen sobre la mesa el cumplimiento de aquellos asuntos portuarios que fueron aprobados en pleno, insisten en la constitución de un consorcio público-privado y defienden que no haya que pagar por los terrenos para garantizar su titularidad pública, cuestión en la que coinciden con el PSOE.

El urbanismo es otro eje del pacto de investidura, dado que en el último mandato el BNG no estuvo de acuerdo con determinadas decisiones municipales, como los avances en el desarrollo de los polígonos de San Amaro o As Percebeiras en Labañou, ámbitos concebidos en anteriores mandatos. Los nacionalistas apoyan la investidura de Rey, pero proponen la revisión de estos y otros desarrollos, como el del parque del Agra, uno de los dos únicos asuntos que no fueron aprobados por la Corporación en los plenos de los cuatro últimos años. En aquella ocasión el PSOE_promovió un cambio en el plan general que habría propiciado, en cumplimiento de una sentencia judicial, edificar en la zona, aspecto al que se opone el Bloque.

El transporte público, uno de los puntos en los que PSOE y BNG tienen planteamientos opuestos, figura en el contenido del acuerdo de investidura. La concesión del bus urbano termina a finales de 2024 y el BNG plantea la posibilidad de que su gestión sea pública a partir de entonces y no mediante una empresa privada como hasta ahora a cargo de la Compañía de Tranvías, por lo que propondría al Gobierno socialista estudiar la municipalización del servicio. La misma fórmula la defiende para la gestión del conjunto de las bibliotecas municipales, aspecto que se acuerda analizar.

Nostián y su gestión tienen cabida en el pacto de investidura, indican las mismas fuentes. Con el contrato de la planta de residuos prorrogado desde 2020 y el nuevo aún sin licitar, el Bloque es partidario de que se mantenga el modelo húmedo-seco con cuatro contenedores, aspecto que ha trasladado a los interlocutores socialistas en las negociaciones. El PSOE defiende este mismo modelo frente al de un quinto recipiente para envases de plástico que establece la ley de residuos, y este año avanzó que remitiría al Gobierno central un informe a favor del modelo de cuatro contenedores por razones ambientales, económicas y laborales.

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