Diez años de ayuda y abrigo para los Erasmus de A Coruña

ESN Coruña cumple una década prestando apoyo a cientos de estudiantes extranjeros en los meses que cursan en la Universidade

Partido de voley playa de estudiantes de Erasmus en el Orzán.   | // LOC

Partido de voley playa de estudiantes de Erasmus en el Orzán. | // LOC / A. Carr0 / R. D. Rodríguez

A. Carr0 / R. D. Rodríguez

Cada año llegan a la ciudad, salvo en verano, decenas de universitarios de países de Europa que durante unos meses, además de adquirir nuevos conocimientos en sus respectivas carreras y mejorar su formación, acumulan vivencias que seguramente se llevarán para sus hogares con muy agradables recuerdos. Para que eso ocurra se esmera desde hace diez años la asociación de estudiantes Erasmus Student Network (ESN) Coruña, vinculada a la ESN fundada en 1989 para la ayuda y el desarrollo del intercambio de estudiantes, una entidad presente en 520 instituciones de 42 países. La década de actividad tendrá gala de celebración a finales de este año, diez años que dan para repasar las numerosas iniciativas sociales, culturales y de ocio con las que los estudiantes extranjeros conviven lejos de casa.

Diez años de ayuda y abrigo para los Erasmus

Diez años de ayuda y abrigo para los Erasmus / A. Carr0 / R. D. Rodríguez

Bárbara Novo del Río cumplirá en septiembre, con la llegada de nuevos Erasmus, tres años en la directiva de ESN Coruña, donde estuvo al frente el curso pasado. Le gusta ver a la asociación “como papá y mamá”. “Tener a una persona que te va a ayudar con buena fe es un punto muy grande”. Porque de eso se trata, de ofrecer una ayuda que se traduce en integración y bienestar. “Es muy bonito. Siempre lo digo. Lo mejor que te llevas es la gente. Que te hablen los padres de los estudiantes y te den las gracias por cómo has tratado a sus hijos… Que no lloren por sus amigos sino porque se despiden de ti al volver a sus casas… Es otro método de pago, muy gratificante, muy divertido”, resume Novo.

Partidos de fútbol en los campos de la Torre, voley playa al atardecer en el Orzán, noche de tapas típicas o de cena internacional, mercadillo solidario, karaoke, talleres de educación sexual o de lenguaje de signos, limpieza de playas, charlas con Amnistía Internacional, fiestas, visitas culturales y excursiones por la ciudad, la comarca o la comunidad o a localidades de Portugal. Estas son algunas de las actividades con las que la asociación de estudiantes de Erasmus atrae a los chicos y chicas extranjeros para hacer de su estancia en A Coruña y en su universidad una experiencia enriquecedora individual y colectivamente.

“Hacemos una actividad cada mes. Nos juntamos todos. Hay un equipo de voluntarios que organiza las actividades de impacto social con la idea de generar un efecto positivo en la comunidad en la que vivimos. Nos esforzamos por tener un calendario muy completo con actividades que cumplen con los valores ESN: diversidad entre estudiantes, tolerancia, compromiso con Europa, cultura, educación, empleabilidad, sostenibilidad”, explica la actual presidenta de ESN Coruña.

“Nos convertimos en asociación oficial en 2013, aprobados por ESN España. La promovimos estudiantes de A Coruña que en su día fuimos Erasmus y quisimos tener aquí una sección con el compromiso de dar el mismo trato que nos dieron a nosotros en otra ciudad: ayudar, en definitiva”, cuenta Novo. Quizá porque ella no tuvo una buena experiencia cuando fue estudiante de Erasmus en Chipre y en la República Checa quiso que para quienes estudiasen en A Coruña que las cosas les resultasen más fáciles. “Me metí aquí en la asociación y me gustó muchísimo. Engancha. Aquí los chicos forman un buen grupo de amigos”, confiesa.

El próximo septiembre entrarán nuevos Erasmus en la Universidade. ESN Coruña asignará un compañero (al que llaman buddy) a cada estudiante para que le ayude en su etapa de adaptación. De entrada, será el respaldo más cercano que tengan para conocer la ciudad, saber de lugares y servicios útiles e incluso orientarse para encontrar piso para los meses en que se queden. “Están muy lejos de sus casas, somos como papá y mamá”, repite Bárbara Novo.