Entrevista | Elisa McCausland Periodista cultural

“La más feminista en sentido simbólico es la villana, porque aspira a destruir el sistema”

“El cómic ‘underground tenía que ver con una militancia política ligada al antifranquismo”

Elisa McCausland en el Kiosko Alfonso.   | // CARLOS PARDELLAS

Elisa McCausland en el Kiosko Alfonso. | // CARLOS PARDELLAS / Adrián G. Seoane

Adrián G. Seoane

Elisa McCausland (Madrid, 1983) es periodista, crítica cultural e investigadora especializada en cómics y cultura popular desde una perspectiva de género. Ha publicado ensayos como Wonder Woman: El feminismo como superpoder, por el que ha sido galardonada con el premio de la crítica a la Mejor Obra Teórica en las Jornadas Internacionales del Cómic Villa de Avilés o con el premio Ignotus en la categoría de ensayo de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror. Recién llegada de la Comic-Con de San Diego, la mayor convención del cómic de Estados Unidos, hoy estará moderando la mesa redonda Pioneras del cómic underground adulto en el teatro Colón a las 19.00 horas, una actividad incluida dentro del festival internacional Viñetas desde o Atlántico. La charla contará con las autoras Isa Feu, Laura Pérez Vernetti, Marika Vila y la comisaria de la muestra, Raquel Jimeno, quien también actuará como moderadora junto a McCausland.

Usted es periodista de profesión. ¿Qué le llevó a interesarse por el mundo del cómic?

En mi casa siempre ha sido muy natural tener curiosidad por todo lo relacionado con la cultura popular y el cómic. Mi madre era una gran lectora de cómics y tenía una enorme colección de Wonder Woman que a mí me despertaba mucha curiosidad. Ya en la universidad me pareció muy interesante el arquetipo de la superheroína desde una perspectiva feminista y por eso centré mi investigación en este ámbito. Así nació Wonder Woman: El feminismo como superpoder, una manera de investigar la cultura popular en intersección con el feminismo.

¿Por qué eligió la figura de Wonder Woman y la superheroína?

Lo que me interesa de la superheroína es que, en contraste con el superhéroe que siempre está ligado al poder, su aventura es feminista y tiene que ver sobre todo con cuestionar ese poder o statu quo. Incluso diría que la más feminista en sentido simbólico es la villana, porque aspira a destruir el sistema tal y cómo lo conocemos. Lo interesante de Wonder Woman es que en su isla-paraíso planteaba una utopía feminista como inspiración.

Hoy modera la charla Pioneras del cómic adulto underground, ¿qué puede contar de ellas?

En la mesa tenemos a cuatro titanacas de nuestra genealogía feminista del cómic que han tenido una evolución muy diversa. El hecho de que esté Marta Guerrero, que siempre estuvo muy vinculada a los 80 y al underground madrileño, es muy interesante. Marta es un artista que siguen manteniendo ese espíritu punk que ella defiende. La máxima pionera que recoge esta exposición es Núria Pompeia, que es el faro dentro del cómic hecho por mujeres en nuestro país. Su figura también ha inspirado la doble vertiente de historietistas como Marika Vila, que ha desarrollado su carrera como autora e investigadora. También tenemos a Isa Feu, que estuvo muy vinculada a los comienzos del underground y al fanzine barcelonés. Laura Pérez Vernetti, que también participa en la charla, firmó la primera portada de la revista Víbora. En gran medida fue por un malentendido, porque al director de la revista le gustaba un autor que firmaba como “Maracaibo”, que era la propia Pérez Vernetti.

¿Qué vincula a estas autoras al underground?

Todavía hay debate sobre qué es el underground. Hoy día todo el mundo es más consciente de las herramientas para mostrar su trabajo, ligarlo a una perspectiva autoral o capitalizarlo. En cambio, en aquella época, el cómic underground tenía que ver con una militancia política ligada al antifranquismo. Pero también aparece la reivindicación de la propia visión autoral o temáticas como el propio cuerpo, la sexualidad o la representación.

¿Hay algún tema común que compartan estas autoras?

Diría que el tema del cuerpo es importante, aunque de una manera un poco más inconsciente. Creo que esto tiene que ver con las corrientes feministas del underground que venían de otros países, como Estados Unidos, Inglaterra o Francia. Lo que han descubierto los comisarios en esta exposición es la diversidad que hay a la hora de plantear temas corpóreos o de perspectiva sociales abordados desde muy distintas formas de expresión. Hay que entender, además, que no eran cómics de largo recorrido, sino que eran intervenciones de dos a diez páginas en las revistas.

Ha hablado de las pioneras, ¿qué autoras diría que son relevantes en este ámbito actualmente?

Podríamos decir que hay dos generaciones, la de los 80, como Aroha Travé o Rosa Codina, que son más de mi generación,, y la de los 90, Natalia Velarde. Pero a la hora de hacer genealogía la figura de Núria Pompeia es totalmente clave. Estaba sola, sola ante la viñeta y ante el mundo, y eso queda muy bien expresado en su obra, no solo artística, sino también periodística. Luego encontramos a Mariel Soria, Marika Vila o Montse Clavé. Algunas tampoco hicieron mucho cómic y también hay que preguntarse por qué. En esta exposición hay una muestra bastante potente de autoras que, en realidad, basculan entre la autoedición y la publicación, ya no solo en el mercado español, sino también en mercados internacionales. Hay muchísimas autoras y una diversidad de voces y de generaciones conviviendo juntas.

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