Durán Loriga: de aparcamiento a calle de prestigio de A Coruña

Dos arquitectos proponen al Concello dar a esta vía el tratamiento de espacio relevante que se le quiso dar en 1923 por la presencia de entidades públicas y privadas

Xavier Pérez y Carlos Ruiz, en la calle Durán Loriga.

Xavier Pérez y Carlos Ruiz, en la calle Durán Loriga. / CARLOS PARDELLAS

“Realmente no está a la altura de las expectativas que se abrieron en aquel momento, en este momento está convertida en una calle de aparcamiento. Ese espacio público tiene una deuda pendiente con la ciudad”. Así se pronuncia el arquitecto Xosé Lois Martínez sobre Durán Loriga, una vía coruñesa en que a principios del siglo XX la instalación en ella de sedes de importantes organismos públicos y entidades financieras la convirtiese en una de las más relevantes de la ciudad también desde el punto de vista urbanístico.

Esas instituciones se ubicaron en la calle, ya que allí se encuentran hoy el Banco de España, la Cámara de Comercio, la Delegación de Sanidade y la Casa de la Cultura Salvador de Madariaga (antigua Delegación de Hacienda y hoy sede del Archivo Histórico Municipal, la Filmoteca de Galicia, y la Biblioteca de Estudios Locales). Por el lado privado se asientan el BBVA (antiguo Banco de La Coruña), el banco Santander (antiguo Pastor) y Cajamar, además de las sedes de varios colegios profesionales.

Antonio Tenreiro, Peregrín Estellés y Pedro Mariño —tres de los mejores arquitectos coruñeses de su tiempo— propusieron en 1923 cubrir esta calle con una galería acristalada que la preservara de las inclemencias atmosféricas. Su idea se basaba en la corriente que imperaba en aquel momento en Europa y cuyo mayor exponente es la galería Vittorio Emanuele II de Milán. El proyecto no se llevó a cabo, pero la realización de sus prácticas académicas en A Coruña permitió a los arquitectos vallisoletanos Xavier Pérez Casares y Carlos Ruiz Alonso conocer esa iniciativa.

Xavier Pérez y Carlos Ruiz, en la calle Durán Loriga.   | // CARLOS PARDELLAS

Proyecto de galería para Durán Loriga elaborado por Tenreiro, Estellés y Mariño en 1923. / La Opinión

Su trabajo con el levantamiento arquitectónico de los planos de la calle existentes en el Archivo Municipal les hizo “entender el proceso que ha tenido su transformación y comprender que tiene una importancia muy grande en el centro de la ciudad”, afirma Xavier Pérez. Pese a la relevancia de las entidades y organismos presentes en Durán Loriga “a día de hoy está plagada de coches aparcados, pese a que su anchura es incluso mayor que la de la calle Real. Pero tú ves la calle y el primer golpe de vista te muestra algo que no es bonito para la vista y que podrías hacer bastante mejorable”.

Esta apreciación les llevó a elaborar una propuesta de remodelación de Durán Loriga sobre la que ambos trabajaron en los últimos años y que ahora plantearon al Concello por si ve la posibilidad de aplicarla en una futura reurbanización. “Nuestra idea es poner en valor la centralidad financiera y de la Administración en esa calle a través de un tratamiento del espacio público, ya que debería ser un punto interesante de la ciudad”, explica Carlos Ruiz. Para ello plantean la peatonalización de la calle y la instalación en el pavimento de un recuerdo al proyecto gestado en 1923. “Tenemos unas imágenes de lo que fue el proyecto de estos arquitectos y esa galería, por lo que se podría trasladar al pavimento los ritmos de sus carpinterías metálicas”, explica Pérez, quien añade que “otra opción podría ser crear una imagen del proyecto inicial sobre el pavimento, de tal manera que en uno de los extremos de la calle se viese esa perspectiva dibujada en el suelo”.

"No hay calle igual"

Ambos arquitectos creen que la decisión del Concello de peatonalizar los Cantones favorece una actuación como la que proponen en Durán Loriga, donde denuncian la existencia de “un montón de plazas de aparcamientos que son inútiles porque la ciudad está bastante dotada de aparcamientos subterráneos”. También mencionan que su propuesta prevé que el aparcamiento de Juana de Vega tuviera comunicación con Durán Loriga. “La clave es actuar en esa calle y cambiarla, porque actualmente no está bien”, destaca Ruiz.

Para Xosé Lois Martínez, “no hay en A Coruña una calle igual”, aunque añade que “otra cuestión es que esos edificios públicos tengan la importancia del espacio público que deben de tener”, ya que, a su juicio, “está convertida en una calle de aparcamiento”.

“La verdad es que nos ha sorprendido, ya que no dejan de ser curiosidades que tiene ocultas la ciudad”, comenta Pérez sobre la acogida de su iniciativa en el Concello, sobre la que aclara: “Nosotros no venimos aquí a vender un proyecto, venimos a que simplemente se nos escuche al menos.”

Martínez es consciente de que un sector de la población es reacio a las peatonalizaciones, pero recuerda que cuando hace cuarenta años el Colegio de Arquitectos y la Escuela de Arquitectura comenzaron a defender la conservación de los centros históricos hubo “muchos conflictos de todo tipo que venían derivados de un determinado uso de la ciudad que era anómalo totalmente”, pero que hoy “la rehabilitación del centro histórico está asumida totalmente”.

Xavier Pérez ve factible la peatonalización de Durán Loriga mediante la canalización del tráfico por San Andrés y los Cantones y destaca que esta medida proporcionaría además “la gran recompensa de recuperar una calle por la que hoy pasan más personas que coches”.

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