Tamar Novas | Actor. Protagonista de la película ‘¡Salta!’ que se estrena el 1 de septiembre

“Cuando leí el guion pensé en ‘E.T.’ y esas historias que son magia pero también son de este mundo”

“Espero que a la gente que vaya a ver la película le deje un poso y salga del cine con más ganas de abrazar”

Tamar Novas, en A Coruña.

Tamar Novas, en A Coruña. / VÍCTOR ECHAVE

Un agujero de gusano, viajes en el tiempo y el amor entre dos hermanos. Esos son los componentes de ¡Salta!, la película de Olga Osorio que llega el 1 de septiembre a los cines. Uno de sus protagonistas, Tamar Novas (Santiago, 1986), habla, antes del estreno, del rodaje, la historia del filme y su pasión por A Coruña, escenario del rodaje.

¿Cómo surgió la oportunidad de formar parte de ¡Salta!?

El inicio fue un proceso normal, ya que me llegó la posibilidad de hacer el casting para la peli. Yo ya había trabajado con Vaca Films. De primeras, era esa ilusión de volver a trabajar con ellos. Luego cuando me leí el guion, ya sé que esto se suele decir, pero es en serio, fue como leer las historias que me gustaban a mí, que me hicieron amar al cine. Cuando leí el guion pensé inmediatamente en E.T. y en esas historias que tienen esa magia pero, al mismo tiempo, pertenecen a este mundo. Está escrito con mucho corazón. Me encantó. Quise hacerlo y me curré mucho el casting.

¿Había visto Einstein-Rosen, el corto en el que está inspirada, también obra de Olga Osorio?

No, no lo había visto y me fascinó. Fue amor a primera vista. Entendí la película y Olga y yo nos entendimos. Ha sido una aventura como me esperaba cuando leí el guion.

Para Osorio es su primer largometraje. ¿Cómo ha sido trabajar con ella?

Una maravilla. En este rodaje he sido muy feliz. Hemos llegado a una relación de mucha amistad. No parece que sea su primera película. Tiene una forma de trabajar que te hace sentir con ganas de aportar. Escucha muchísimo. Además, con Vaca Films estoy muy a gusto, lo siento como una familia. Y con Olga, a muerte con ella. Cuando ves a alguien que se expone tanto, toca ser personal y aportar lo más genuino de ti. Lo hemos disfrutado mucho.

Con un reparto algo especial, ya que está el jovencísimo Mario Santos. ¿Qué destaca de rodar con niños?

Pues yo como he sido niño actor sé lo difícil que es no solo para la producción sino para los propios niños. Es un entorno de adultos, así que he tenido muy en mente cuando tenía 11 años e hice mi primera película. Todos los niños de la peli son fantásticos, pero Mario se ha convertido en mi hermanito. Se ha tenido la delicadeza de tratarlos de la mejor manera y que disfruten porque, en realidad, los niños no tendrían que estar trabajando. Esto debería ser aventura. Si no están a gusto, es imposible que pueda funcionar.

¿Es una película para todos?

Sí, yo creo que el cine tiene que apelar a algo muy inocente y puro de las personas. Los niños pueden entender perfectamente este tipo de películas y los adultos también. Tienen un punto muy nostálgico que tiene que ver con esos temas tan importantes como la importancia de un vínculo fraternal, el primer amor o querer volver a hacer algo, de ahí los viajes en el tiempo. Eso apela a un cosa muy cinematográfica y muy de todos los públicos. Espero que a la gente que vaya a ver la película le deje un poso y salga del cine con más ganas de abrazar, aunque suene un poco naif.

¿Tiene hermanos?

Sí, un hermano mayor. Por eso también me identifiqué automáticamente con esta película. Yo soy hermano pequeño y en la película mayor, pero mi hermano estuvo muy presente en mí a la hora de empatizar con los personajes.

El Barrio de las Flores aparece como otro de los protagonistas. ¿Sirve de reivindicación de la vida de barrio?

Sí. Es una cosa que me ha fascinado. Ya en el corto me fascinó el entorno a nivel visual. Cada vez me gusta más A Coruña y vengo mucho a trabajar, pero además tengo la suerte de que tengo dos amigos, los hermanos Seijas, que son dos musicazos, y crecieron en el Barrio de las Flores. Y me contaron cómo era vivir allí. Es un entorno muy especial. También hoy. Tiene algo muy peculiar y muy adecuado para hacer una peli.

También está rodando en A Coruña la serie de Netflix, Clanes. Se va a acabar sacando el pasaporte.

Sí, estoy muy agradecido a Vaca Films. En los últimos años han contado mucho conmigo. Trabajar en verano en Galicia no me parece trabajar. Es un privilegio absoluto. Así también tengo cerca a la familia. Con Clanes ya estamos en la recta final. Es otra historia completamente distinta y es muy de agradecer que como actor cuenten contigo para cosas casi opuestas. Es una fortuna.

¿Es un buen momento para el audiovisual gallego?

No sé analizarlo a un nivel más experto, pero noto que en Galicia se curra increíble por sus profesionales. De cualquier sector: cámara, maquillaje, arte, producción, peluquería... Ver trabajar a esa gente me parece muy bueno en la industria audiovisual en Galicia. Esos profesionales son los que hacen que la gente quiera venir aquí. No solo tener un lugar espectacular donde poner la cámara. Aquí hay personas que tienen una forma de hacer las cosas que hace que tengamos un buen nivel en la industria.

Este verano se han visto salas llenas. ¿Es también el momento de que la gente vuelva al cine?

Es súper complicado llevar a la gente al cine y ojalá quieran saltar al cine con nosotros y que el boca a boca funcione. No es lo mismo ser una peli americana, como Barbie o Oppenheimer, que ser una peli más familiar y más indie. Ojalá el público venga, igual que se están asomando a pelis que tienen mucho apoyo detrás, como Campeonex.

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