La Marina se queda sin flores

Cierra Obdulia, la floristería que lleva 70 años abierta junto al teatro Rosalía, al no poder asumir los dueños el alquiler del local

También ponen fin al negocio en Cuatro Caminos

Una mujer lee el cartel que anuncia el cierre de la floristería Obdulia en la Marina.   | // CARLOS PARDELLAS

Una mujer lee el cartel que anuncia el cierre de la floristería Obdulia en la Marina. | // CARLOS PARDELLAS / R. D. Rodríguez

“No queríamos irnos sin antes despedirnos, porque sin cada uno de vosotros nada de esto hubiera sido posible. Gracias por estos 70 años a nuestro lado”. Así se despide Obdulia de sus clientes. Ya no habrá más flores que comprar en la avenida de la Marina porque este mensaje pegado en la puerta y en un escaparate de la floristería coruñesa anuncia el fin de un negocio que supera las siete décadas. También cierra el local que los propietarios tenían en Cuatro Caminos Centro Comercial.

El establecimiento de la Marina junto al teatro Rosalía de Castro, adornado con todo tipo de coloridas flores cada día en el interior y en los soportales bajo las Casas de Paredes, ya está vacío. Los dueños pegaron el cartel de despedida la semana pasada días después de bajar la verja para siempre y prefieren no recordar su larga actividad. Pero fuentes próximas a ellos explican que el cierre de Obdulia se debe a la “inviabilidad” de asumir el pago del alquiler del bajo comercial. El arrendamiento, indica, varía a partir del fallecimiento del segundo hijo de Obdulia Lagares, este verano a la edad de 91 años. Sus herederos han tomado la decisión de cerrar la empresa familiar.

El local llevaba abierto 70 años, desde que Obdulia se desplazase a la Marina tras haber iniciado su actividad en el sector de las flores con su madre, Consuelo Obdulia, en un bajo de la calle San Nicolás que conserva el cartel, y poco después cambiase a la plaza de San Agustín, explican las fuentes próximas. La mujer que dio nombre al negocio, que falleció en 1975, siempre se dedicó a las flores y cuando abrió el centro comercial de Cuatro Caminos en la ciudad en 1987 sus hijos abrieron otro establecimiento, que ahora también cierra.

La Marina y el centro urbano pierden otro comercio emblemático, como ocurrió el año pasado con el cierre de la tienda de regalos Catina en la calle Real tras casi medio siglo de actividad.

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