“En disciplinas como la Arquitectura saber qué piensa otro sobre tu obra es fundamental”

“No hay crítica en casi ninguna actividad creativa, sino más reseña y promoción”

El arquitecto Carlos Pita, en su estudio de A Coruña.

El arquitecto Carlos Pita, en su estudio de A Coruña. / VÍCTOR ECHAVE

Los arquitectos donostiarras Ibon Salaberria e Íñigo García Odiaga darán comienzo hoy en la sede de la Fundación Luís Seoane al curso Dende as marxes. Sobre a necesidade da crítica, en el que, con una periodicidad mensual, participarán profesionales de la arquitectura gallegos y españoles premiados en la Bienal Española de Arquitectura en los últimos años para exponer sus trabajos y recibir opiniones críticas sobre ellos. Carlos Pita, director de la actividad, pone de relieve la conveniencia de afrontar la crítica a las obras propias por parte de los arquitectos.

¿Cómo nace esta iniciativa?

Silvia Longueira, la directora de la Fundación Luís Seoane, me encargó montar un curso de arquitectura, pero a causa de la pandemia se fue retrasando. Yo le propuse traer a los arquitectos, sobre todo gallegos, que han sido premiados, además de gente de la periferia de la península. Estoy cansado de la típica actividad en la que llegas, cuentas tus cosas y te vas, por lo que aquí la idea es que el que venga cuente a su obra, pero que luego escuche hablar sobre lo que hace, que es muy difícil.

¿No es habitual que se haga crítica de obras arquitectónicas?

No, yo creo que no hay crítica en estos momentos en casi ninguna disciplina creativa, sino que hay más reseña y promoción que lo que es una voz crítica. Yo he tenido la suerte de que hayan escrito sobre mi obra y ahora me voy a una escuela de México a participar en una semana que dedican a mi obra y en la que responderé a las preguntas de los asistentes. Eso es un privilegio y, como eso no es habitual, quiero ofrecérselo a los demás arquitectos. Para mí es muy bonito saber lo que piensa otro de lo que hago.

¿Cree que la dificultad para que se haga crítica parte de que los arquitectos no quieren enfrentarse con otros compañeros?

Parte hay de eso, pero tampoco hay canales para hacerla, ya que en toda la prensa gallega solo hay una sección de arquitectura en el diario Nós cada quince días y en la que solo se cuenta lo que se hace. En literatura muchas veces las reseñas son casi más promoción que verdaderamente una labor crítica. Por eso quería que el curso fuera más una conversación, ya que cada invitado trae a su vez a otro para establecer entre ellos un diálogo y que sea más ágil.

¿No es curioso que haya esta dificultad para la crítica de arquitectura en esta ciudad cuando cuenta con una escuela de arquitectura?

Sí, pero creo que en la Universidad, no solamente en la Escuela de Arquitectura, los estudios y tesis son muy académicos y casi siempre se dedican a trabajar sobre cadáveres.

¿En qué sentido?

La Universidad española corre un grave riesgo de padecer escorbuto por no alimentarse de producto fresco. Es muy necesario escuchar las opiniones de los demás, pero es muy difícil generar esos canales de comunicación.

Habla de contenido fresco, pero arquitectos gallegos y coruñeses están obteniendo reconocimiento en la Bienal de Arquitectura y en otros premios.

Sí, pero eso no es suficiente. Creo que a todo el mundo le gustaría que alguien opinase realmente sobre su trabajo, ya sea un periodista, un panadero o un sastre. A todo el mundo en su oficio le gusta saber lo que piensa el otro sobre lo que hace. Y en disciplinas creativas, como la arquitectura, saber qué piensa el otro es fundamental. Cuando he tenido la suerte de leer trabajos escritos con seriedad sobre mi obra, me han abierto los ojos, ya que no había pensado en algunas cosas, pero establecer diálogos no es fácil.

¿Piensa que esto puede ser un primer paso para que surja la crítica en la arquitectura gallega?

No creo. Pero está bien decir las cosas de vez en cuando. Hacer un ciclo de arquitectura con charlas una vez al mes siempre está bien, pero tiene que haber algo que decir, no simplemente mostrar, sino que haya un objetivo.

¿Qué arquitectos gallegos van a participar?

Carlos Seoane, Carlos Quintáns, Creus y Carrasco, los estudios RVR, Flu-or y Fuertes Penedo son algunos de los gallegos, a los que sumar otros cuatro de fuera de la comunidad. Me gustaría que hubiera también alguna exposición de arquitectura, pero distinta, casi de práctica artística.

El catedrático José Ramón Alonso acaba de publicar un libro sobre la historia de la arquitectura de Galicia y dice que la de los últimos 60 años está al nivel de la mejor de la historia. ¿Piensa lo mismo?

Cuando uno está en la montaña no ve su relieve, se tiene que alejar para poder verlo. Hay un buen nivel en la arquitectura actual de Galicia, pero sobre si es la mejor de la historia, hay que tener en cuenta que tenemos la catedral de Santiago y que eso son palabras mayores. El tiempo lo dirá, pero yo ahora mismo no me atrevería a decirlo, aunque hay arquitectos de un nivel muy bueno como Manuel Gallego Jorreto o como fue Alberto Noguerol, y hay gente que está haciendo arquitectura buena. Siempre se dice que hacer arquitectura es fácil, lo difícil es que te la dejen hacer. Y además, este curso reivindica la arquitectura como una disciplina creativa, ya que el arquitecto es un técnico, pero también es mucho más.

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