Entrevista | Fermín Navarrina Catedrático, candidato a rector de la Universidade da Coruña

“La Universidad de A Coruña está anestesiada. No hay vida, no hay debate, no hay confrontación”

“No tengo motivos para dudar de las buenas intenciones de Ricardo Cao, pero en 20 años, Nova Luce ha convertido el claustro, un organismo en el que se debatía y se discutía, en nada”

Fermín Navarrina

Fermín Navarrina / Arcay/Roller Agencia

El catedrático de la Escuela Técnica Superior de Caminos, Canales y Puertos, Fermín Navarrina, competirá con Ricardo Cao, candidato de Nova Luce, por el Rectorado de la Universidade da Coruña.

No es la primera vez que se presenta a rector. Lo hace de nuevo alegando falta de transparencia por parte del grupo Nova Luce, que gobierna la institución desde hace 20 años. ¿En qué se traduce esta situación?

Más que un problema de transparencia, que lo hay, el tema es que Nova Luce es un grupo que se constituye hace 20 años. Estas cosas pasan en un momento dado en la Universidad por unas circunstancias; lo lógico es que una vez el rector sale elegido y termina su mandato, vuelve a sus labores investigadoras o de profesor y el grupo se deshace. En nuestra Universidad, este grupo, Nova Luce, consiguió que su candidato fuera elegido, después nombró a un sucesor, después a otro y después a otro, y esto se ha convertido en una especie de régimen en el que el candidato de Nova Luce, elegido en Nova Luce con sus procedimientos internos, y que cuenta con el apoyo institucional, lo previsible es que gane y se perpetúen las mismas ideas, las mismas personas, y siempre son los mismos. Llevamos 20 años aplicando un tipo de políticas que a lo mejor tenían sentido hace 20 años, pero ya no. La Universidad está estancada, anestesiada. No hay vida, no hay debate universitario, no hay confrontación de ideas.

¿Por qué cree que en 20 años nadie ha sido capaz de configurar una alternativa con opciones?

Porque una vez que se instauran este tipo de procedimientos, los regímenes democráticos se convierten puramente en regímenes. Esto es un régimen de un grupo que controla la institución, que designa un candidato que tiene más oportunidades de ganar las elecciones, aunque confío en que esta vez no sea así. Luego, hay otro sucesor., con las mismas ideas que se aplican una y otra vez. Hay que cambiar el modelo universitario, que es un modelo de hace 20 años.

¿Sobre qué se apoya el modelo que propone usted?

Soy muy respetuoso con los tiempos. Eso es ya entrar en campaña electoral. Hasta ahora me resistía a decir que me iba a presentar, no quería hacer comentarios hasta que no llegase el momento. Ahora no es el momento de hablar de programa.

Pero si hablamos de un modelo anquilosado, habrá algo a lo que contraponerlo.

Sí. Una cosa que se hace mal es que el rector le dice a todo el mundo lo que tiene que hacer. Les dice a los centros qué titulaciones tienen que poner en marcha, decide personalmente cuál debe ser el modelo informático de la universidad... ese no es el trabajo de un rector, que debe crear las condiciones de trabajo para que las ideas florezcan. Hay que cambiar la gestión, que funciona francamente mal.

Su contrincante en el proceso electoral, Ricardo Cao, manifestó que estimular la participación era una de sus prioridades. ¿Cree que su línea será continuista con el hacer que le achaca a su grupo?

Yo no tengo ningún motivo para dudar de sus buenas intenciones, pero los indicios de lo que ha hecho este grupo con la Universidad están ahí. Hace 20 años, la participación en el claustro era importante. Una de las ideas cuando se fundó Nova Luce era que el claustro fuera el foro de la Universidad para debatir las ideas. Han pasado 20 años y el claustro se reúne una vez al año para aprobar la memoria de gestión,. Eso es lo que hay. No tengo motivos para dudar de las buenas intenciones, pero en 20 años han convertido un organismo vivo, en el que se debatía, se hablaba, se discutía, en nada.

Se desliga de cualquier grupo organizado. ¿Recoge ese malestar de una oposición que no termina de configurarse?

Esto de los grupos organizados en la Universidad... se ve con Nova Luce, que fue un grupo que se unió para intentar mejorar, y propusieron una serie de medidas que funcionaron razonablemente bien. Esa unión de personas con distintos pareceres e ideas políticas y planteamientos universitarios pretendía arreglar un problema, pero el mismo grupo, del que han ido saliendo personas que no comulgaban con el pensamiento único, lleva 20 años aplicando las mismas recetas que no funcionan. El resultado es que la universidad cae en los rankings, que está todo descuidado, que cada vez es más difícil trabajar aquí, que llevar un proyecto de investigación es un suplicio, y sobre la política de profesorado se podría escribir un libro. No funciona. Mi objetivo no es configurar un grupo que sustituya a Nova Luce y configure un nuevo régimen. Ese no es el objetivo de una universidad. Lo que no es lógico es que haya un grupo por detrás que decida que el candidato es este, que controla todos los resortes de la universidad, y que tenga todas las posibilidades de perpetuarse en el poder.