Un hombre muere por disparos de la policía tras atacar a agentes con una barra de hierro

El fallecido actuó con gran violencia y soportó la descarga de una pistola eléctrica taser, según los agentes, y se abalanzó sobre un policía caído al suelo tras recibir tiros en las piernas

Un hombre muere abatido por la Policía Nacional en un "altercado" en A Coruña

Carlos Pardellas

Un hombre de 34 años falleció ayer por disparos de la Policía Nacional en el polígono de Agrela tras atacar a los agentes con una barra de hierro, según fuentes policiales. El hecho de que hubiese sido disparado previamente con una pistola taser, cuyo equipamiento incluye una cámara de vídeo en el pecho del agente que graba su actuación, facilitará la investigación del suceso, según estas fuentes, que enmarcan la actuación del policía que disparó dentro de la legítima defensa.

El fallecido, de origen cubano, había sido sorprendido en las proximidades causando daños en un vehículo y huyó ante la presencia de la policía. Al llegar a la calle Severo Ochoa, fue interceptado en torno a las 10.00 horas por una pareja del Cuerpo Nacional de Policía en el descampado por donde discurren las vías del ferrocarril, entre los almacenes de Vegalsa y el establecimiento de Brico Depot, donde se produjo un forcejeo entre él y los agentes al negarse a ser detenido.

Según fuentes policiales, uno de los agentes le disparó con una pistola taser, que inmoviliza mediante una descarga eléctrica, pero la corpulencia del hombre y las gruesas prendas que vestía impidieron que tuviera efecto. Los policías le dispararon entonces a las piernas, pero ni así consiguieron que cesara en su actitud agresiva, hasta el punto de que se abalanzó con una barra de hierro sobre uno de los agentes, que consiguió esquivarle, aunque el otro cayó al suelo hacia atrás. Fue en ese momento, cuando el agresor se dirigía a atacarle, en el que el policía le disparó de nuevo y le causó la muerte.

Al lugar de los hechos se trasladaron el titular del juzgado de guardia y miembros de la unidad de la policía científica, quienes rastrearon la zona con un detector de metales, en busca de los casquillos de las balas disparadas. A las 13.30 horas se autorizó el traslado del cadáver por parte del servicio forense.

Los dos agentes que participaron en los hechos prestaron declaración ante el juzgado en la tarde del lunes y el autor de los disparos recibió atención psicológica para hacer frente a la situación, según indicaron fuentes policiales.

Otros incidentes previos

Según fuentes policiales, el fallecido había protagonizado otros incidentes, el último de los cuales se produjo el pasado día 22 y en el que los policías nacionales que intervinieron también le dispararon con una taser sin éxito a causa de su complexión vigorosa.

Para la Unión Federal de Policía, la muerte del hombre se produjo “en defensa propia”, según explicó el secretario provincial del sindicato, Antonio García, a raíz de los datos que se conocen por el momento sobre este suceso. El Sindicato Unificado de Policía manifestó en su cuenta de la red social X que se trata de “un delincuente que intentó asesinar a un policía nacional, teniendo que ser abatido”.

El secretario local de este sindicato puso de relieve que en ese momento solo había dos patrullas de servicio a causa de la falta de agentes que padece este cuerpo en A Coruña.