Vecinos de Agra dos Mallos rechazan dejar sus casas para que se construyan edificios

El Gobierno local les propone comprarlas o que contribuyan a urbanizar el polígono previsto

El cambio del plan general les permitía la continuidad de sus residencias

Vecinos de Agra dos Mallos que deben abandonar sus viviendas.

Vecinos de Agra dos Mallos que deben abandonar sus viviendas. / Carlos Pardellas

Los propietarios de las cuatro viviendas existentes en el lugar de Agra dos Mallos, en las que residen veinte personas, rechazan su derribo para dejar paso a otras edificaciones como proyecta el Concello, que les ha propuesto llegar a un acuerdo para su adquisición. El plan general de urbanismo aprobado en 2013 establecía la desaparición de las cuatro construcciones para la puesta en marcha en ese punto de un polígono residencial con cuatro edificios, aunque la modificación aprobada en febrero de 2022 para permitir los nuevos accesos a la estación intermodal establecía la conservación de las cuatro casas, según reflejan las actas de los diferentes plenos en los que se abordó este asunto.

Para los perjudicados, la solución pasa por otro cambio en la normativa urbanística en el que se garantice la continuidad de las cuatro edificaciones. Fuentes municipales señalaron a este periódico que el Gobierno local está “estudiando las peticiones vecinales” y que mantiene reuniones con ellos desde hace tiempo. Según detallan, los propietarios de las viviendas “pueden quedar asumiendo la parte que les correspondería de las cuotas de urbanización de ese polígono”, aunque también existe la posibilidad de que sean adquiridas por el Concello. Las mismas fuentes apuntan a que este asunto “no está cerrado” y que se analizan con los vecinos “todas las posibilidades”.

Los afectados, que aseguran contar con el respaldo de la asociación de vecinos de Os Mallos para permanecer en sus casas, explican que están dispuestos a contribuir económicamente a la urbanización de la zona pero que quieren que sus viviendas “sean compatibles con el nuevo ordenamiento”, según detalla Manuel Barrientos, uno de los propietarios. Recuerda que en el antiguo parque ofimático se llegó a un acuerdo con los vecinos del lugar de A Pereiroa que debían abandonar sus casas y que lucharon durante años para conseguirlo.

Barrientos destaca que el plan general obligaba al derribo de las viviendas para la construcción de un vial, pero que la modificación que impulsó el Gobierno local de Marea Atlántica lo trasladó a la zona de la piscina de A Sardiñeira. “No interferimos para nada en la intermodal”, afirma este vecino, quien asegura que la permanencia de sus viviendas no afecta a los accesos de la nueva estación.

También destaca que la justificación aportada por el Concello para el derribo de las viviendas no es la ejecución de una infraestructura pública, sino la construcción de un edificio residencial. Aunque la legislación permitiría a los propietarios optar a una vivienda en el inmueble que se levante en ese lugar, Barrientos lo descarta: “No queremos cambiar una casa por un piso”.

El acta del pleno del 4 de junio de 2020 que aprobó la modificación inicial de este polígono recoge que el entonces concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, manifestó que “se preservan una serie de edificaciones existentes” mediante su “integración en los nuevos volúmenes proyectados” , lo que recibió el respaldo de BNG y Marea Atlántica en esa sesión.

Cuando el 4 de marzo de 2021 el cambio se aprobó de forma provisional, Villoslada reiteró en el pleno esta cuestión, al igual que en el 3 de febrero de 2022 con ocasión de la aprobación definitiva al detallar que la nueva ordenación propuesta para la zona se hacía “manteniendo edificaciones existentes en este ámbito”. Esa decisión fue apoyada entonces por el BNG y la concejala no adscrita Isabel Faraldo.