Boüret deja San Andrés y despega en internet

“Nuevos aires, misma esencia. Dejamos el pie de calle para desplegar nuestras alas en www.bouretshop.com”. La firma coruñesa de moda Boüret anunció a principios de este año una nueva etapa en su trayectoria con este anuncio en el escaparate de la que fue hasta ahora su tienda en la calle San Andrés, en uno de los edificios más singulares, modernista, de esta céntrica vía.

El escaparate ya está vacío y solo queda como recuerdo la preciosa reja de hierro forjado con el nombre de la marca. “Dejar la tienda física de San Andrés era una decisión que barajábamos desde hace dos años. No es por el alquiler del local, que es económico, sino porque no nos hace falta una tienda física, vendemos más online. Pero mantenemos el atelier de la calle Real, donde tenemos además la parte de novias.

Seguimos teniendo presencia también en puntos multimarca en España, China y Guatemala”, explicó ayer la propietaria de la firma, Vanessa Datorre. Boüret es otro testimonio más de negocios que dejan el comercio tradicional ante el auge sin descanso del comercio electrónico, que además supone un ahorro en alquileres y facturas.

Esta marca vive actualmente un momento inmejorable después de que haya sido escogida hasta tres veces por la reina Letizia: en 2022 vistió en los Premios Princesa de Girona un vestido azul noche con escote joya llamado Luna Diamante. En junio de 2023 llevó una blusa blanca modelo Zenda en el Día de las Fuerzas Armadas en Granada. Y hace unos días, en la Pascua Militar, se puso una falda larga con abertura trasera modelo Raffica. Un vestido al año desde 2022. En redes sociales también se pueden ver a otras muchas famosas luciendo modelos de esta marca coruñesa, como Mar Flores o Anne Igartiburu.

Esta marca comenzó su andadura en plena crisis económica con dos socias, aunque ahora está Datorre al frente en solitario, conformando un equipo de una decena de personas. Esta diseñadora reivindica la costura hecha en Galicia y su lema, como muestra en sus redes sociales, es: “Piezas hechas una a una a mano”, moda “lenta”, con “métodos artesanales”, y con la “calidad” como “lenguaje común”.

El número 69-71 de la calle San Andrés es un edificio modernista de 1912-1913 de Antonio López Hernández.

El bajo sufrió una reforma con la que se eliminó una efigie alada y en 1983 se retranqueó su acceso. Fue tienda de Nanos hasta el cierre de esta marca.

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