Paradoja en los hoteles de A Coruña: suben los precios pero no recuperan la rentabilidad de 2019

El año 2023 fue un año “muy bueno en cuanto a venta” para los hoteles de la ciudad, en palabras del director del NH Collection Finisterre y presidente de la patronal Asociación empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Agustín Collazos. Las pernoctaciones de extranjeros en la ciudad alcanzaron el pasado verano niveles de récord, y a lo largo del año “hemos conseguido mantener niveles de ocupación muy interesantes”. Amparados en la demanda, los establecimientos incrementaron las tarifas. De una media de 66,6 euros en 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se pasó a 72,3, casi un 9,9% más. Pero, explica Collazos, esto no quiere decir que estén consiguiendo más ingresos, pues también se han incrementado sus gastos. “En cuanto al nivel de beneficio, estamos luchando para intentar llegar a niveles parecidos a los de 2019”, resume.

Para el director del hotel Finisterre, la “razón principal” de los aumentos de precios ha sido precisamente “intentar llegar a sufragar los incrementos que hemos tenido en todas las partidas de gasto”. El más llamativo es el que se ha producido en los suministros básicos, agua, luz y gas, arrastrados por la crisis energética de 2022. “De acuerdo con datos que han compartido internamente los socios de Hospeco, las subidas han sido del 20% o el 30%, depende un poco de las estructuras anteriores”, explica Collazos.

Esta subida de la energía también ha conllevado indirectamente que “se hayan disparado todos los precios” de sus proveedores, entre ellos los alimentos. Y, además, ha habido actualizaciones de convenio al alza “bastante altas”, aunque el presidente de la patronal coruñesa considera que esto era “necesario”, pues los empleados también han sufrido la inflación del periodo postpandemia. “Hemos intentado ayudarles desde las empresas para tratar de mitigar la subida, y que salgamos todos juntos de la mano” de la crisis, sostiene. En conjunto, en las tarifas se ha repercutido “una parte” del alza de costes, señala Collazos, y, aunque no puede dar una cifra global de este, defiende que es superior al alza de las habitaciones.

Francia es el origen más común de los turistas que llegan a A Coruña y Portugal, el destino preferido de los coruñeses

El INE no ofrece datos de precios medios para 2020, en el que los establecimientos estuvieron cerrados parte del año, pero sí indica que en 2021 hubo un incremento del 13,2% de las tarifas en relación al ejercicio anterior. Ese año el precio medio fue de algo menos de 61 euros, y en 2022 subió a 66,6. En 2023, por tanto, se cumplieron al menos tres años de subidas, y es probable que esta dinámica se mantenga a lo largo de este año. De momento solo hay datos para enero, pero el precio medio de la habitación fue de 67,7 euros, casi un 20% más que los 56,5 de 2023.

El alza de precios, insiste Colazos, se ha podido aplicar debido a que el turismo de la ciudad ha despegado. “Es un destino muy interesante desde el punto de vista congresual”, indica, y “hemos intentando tener una presencia muy importante a nivel nacional” como ciudad en la que se celebran este tipo de actos, algo por lo que da las gracias a A Coruña Convention Bureau. “Creo que ya nos hemos hecho un nombre”, resume.

En cuanto al resto de turistas, la urbe atrae a visitantes de fines de semana y puentes, y “nos hemos convertido en una ciudad muy atractiva para ellos, gracias a todos los eventos” que se celebran. Sumado, añade, a la “famosa gastronomía” coruñesa y al acceso a la naturaleza, que el cliente valora “de manera muy positiva”. De cara al futuro, añade Collazos, las “perspectivas son positivas”: “No tenemos ningún indicador que nos haga pensar que vaya a haber un cambio radical en la demanda”.

Salir del “borde del cierre”

Estos años han permitido que actualmente no haya en la ciudad “hoteles a pérdidas”, como sí ocurrió durante la pandemia. “Por suerte, esos tiempos han pasado, y han sido un pulmón para nosotros: nos ha venido Dios a ver”, resume el presidente de Hospeco, que cree que si la salida del coronavirus hubiese sido más lenta los hoteles habrían tenido “una situación complicada, y muchos negocios hubiesen estado al borde del cierre”. Uno de los motivos, explica, es que muchos de los establecimientos coruñeses “se han endeudado” durante los años de la pandemia, “para salvaguardar empleos y la existencia del negocio”.

Parte de los beneficios de estos años, explica Collazos, se están dedicando a cubrir estas deudas, lo que se combina con que “la rentabilidad que hemos tenido no ha sido tan importante como la que podría darse en condiciones normales” debido al incremento de los costes. “Muchos de los establecimientos todavía no han conseguido los niveles de rentabilidad previos a la pandemia”, reitera.

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