Gestores de fincas alertan del riesgo de fuego en garajes: “Dejan cartón o aceite”

Los profesionales ven más probable un incendio así que “uno grande como el de Valencia” | Otro peligro es que los sistemas eléctricos se recarguen por Navidad, por exceso de uso

Coches calcinados en el incendio del aparcamiento de Os Mallos en diciembre pasado.   | // IAGO LÓPEZ

Coches calcinados en el incendio del aparcamiento de Os Mallos en diciembre pasado. | // IAGO LÓPEZ / E. Carballo / R. D. Rodríguez

E. Carballo / R. D. Rodríguez

El gran incendio de un bloque de viviendas en el barrio del Campanar, en Valencia, en la que el fuego se extendió por una fachada con material inflamable, ha atraído el foco de atención por su espectacularidad y causar una decena de muertos. Según señalan administradores de fincas de A Coruña, desde que ocurrió el mes pasado ha habido un incremento de preguntas de comunidades de propietarios para precaverse ante situaciones similares, pero la mayoría de edificios coruñeses no existe el peligro de que arda la fachada como en Valencia. Lo que sí que es más frecuentes son los problemas de mantenimiento, y, en especial, el hábito de dejar material inflamable en los garajes, algo que todos los profesionales consultados por este diario coinciden en que es habitual. “Hay más riesgo que ocurra algo en esos lugares que el de que haya un incendio grande como el de Valencia”, resume la presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia, Teresa Suárez.

Según explica, no se puede decir que entre los propietarios coruñeses haya cundido el “alarmismo” por el fuego de Valencia, pero sí que las comunidades “han preguntado recientemente por los riesgos de incendios y por fachadas ventiladas, que es algo que atrae en A Coruña desde el punto de vista estético y de eficiencia energética”. En Administraciones Real no han notado un aumento “llamativo” de las preguntas, pero sí en Fincas Coruña, “sobre todo en edificios que están inmersos en una rehabilitación energética”.

Pero en la ciudad, explican, “la mayoría [de las comunidades de propietarios] sabe que están al día” en cuestiones de seguridad. En general, los edificios antiguos tienen “fachadas de ladrillo y de piedra”, sin aislantes que pudieran ser inflamables. Ha habido algunas dudas con los Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), métodos de fijar un aislante al muro. “Pero ya les decimos que el SATE no hace efecto chimenea”, aclaran en Fincas Coruña, el fenómeno que potenció el fuego de Campanar. El director de Seguridad del Ayuntamiento, Carlos García Touriñán, confirma que en la ciudad hay “pocos edificios” con las características del valenciano.

Lo que sí es un riesgo, coinciden los administradores, son los hábitos de algunos vecinos. “En general, vemos que los propietarios no están convencidos suficientemente de que hay que tener prevención con sus edificios”, señala Teresa Suárez, “no hay mentalidad de preocuparse por el mantenimiento”.

Tampoco se ponderan correctamente, considera la presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia, los “pequeños riesgos”, como el peligro de “almacenar cosas en zonas de garaje usadas como trasteros, donde se guardan maderas, muebles, hierros...”. No es aconsejable, insiste, “hacer trasteros al fondo de garajes o junto a plazas de garaje”, pero es práctica frecuente. Los fuegos en espacios cerrados no son menos peligrosos: en diciembre un incendio calcinó cuatro coches en el aparcamiento de la ronda de Outeiro, en Os Mallos, y dañó diez, obligando a cerrarlo.

Lo mismo indican desde Fincas Coruña. “En los últimos años estamos recomendando la retirada de todo tipo de enseres”, señalan en la administración de fincas, en especial de los que pueden ser inflamables. “La mayoría de personas deja cajas de cartón, algunos líquidos, aceite, botes de pintura: este es uno de los focos más importantes, y donde menos se suele prestar atención”, critican.

En Administraciones Real coinciden en que acumular enseres en los garajes es una práctica frecuente, y en que la gente “no se da cuenta de que es un problema de seguridad”. Y, además, después de que ocurra el incendio “el seguro no se va a responsabilizar”, pues la aseguradora va a alegar que “este tipo de elementos no deberían estar en el garaje” para evitar pagar. “En una plaza de garaje solo puede haber vehículos”, insisten desde Administraciones Real.

Por normativa, todos los edificios nuevos deben tener extintores los que establece la normativa, recuerda Suárez, pero también conviene que los haya “en los más antiguos, y que los residentes sepan cómo usarlos”, una recomendación que también señalan desde Fincas Coruña. Todos los administradores de fincas consultados insisten en que cuando se hagan obras estas las supervise un técnico independiente de la que empresa que las ejecute, y Suárez advierte que las comunidades deben tener “ojo en Navidad” para prevenir que haya incendios eléctricos. Los sistemas, explica, se pueden ver “sobrecargados” por la intensidad con la que se usan para iluminación y calefacción en estas fechas.

Sin mayor peligro por altura

El incendio del Campanar afectó a un complejo residencial de elevada altura y 138 viviendas, pero el director de Seguridad municipal explicó a este diario que el tamaño del edificio “no es significativa porque hay edificios en todas partes del mundo muchísimo más altos”. Aunque los fuegos en estos inmuebles generan más alarma en la población, García Touriñán señala que “hoy cualquier parque de bomberos está entrenado para trabajar en edificios de gran altura. No es la mayor complejidad para nosotros”.

Los Bomberos de A Coruña hacen simulacros en edificios altos, y, en concreto, trabajan con regularidad en la Torre Costa Rica, el más elevado de la ciudad. Han ganado varias melladas en campeonatos del mundo de esta especialidad, insiste García Touriñán. El director de Seguridad relata que en el incendio de Valencia se usó poliuretano como aislante de la fachada, y que el problema “no es tanto el producto, sino dónde va”. En Campanar estaba en una fachada ventilada que oxigenó el fuego.