Los planes de vivienda pública de Concello y Xunta solo cubren un 6,6% de la demanda

La conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda en funciones, Ángeles Vázquez, entregó esta semana las llaves de dos pisos de promoción pública de Xuxán a dos mujeres que se apuntaron al Registro Único de Demandantes de Galicia. Tuvieron la suerte de que dos personas renunciasen y la Xunta recurrió a la lista de espera, pero en ella figuran un total de 2.276 personas. Sin embargo, los planes de vivienda pública que tienen actualmente Concello y Xunta —un total de 14 pisos— solo cubren un 6,5% de la demanda.

El número de personas que quiere acceder a una vivienda protegida, ya sea compra o alquiler, es de 2.786 si se suman los pisos de promoción privada. Es una cifra superior a la que se registraba a principio de año, cuando había 2.434 demandantes, que ya era un tercio más que en 2023.

La mayoría, un 81,6%, quiere optar a vivienda de protección oficial de promoción pública, es decir, la construida por las administraciones. Pero no son tantos los planes de construcción que tienen el Concello y la Xunta a corto plazo.

El Ayuntamiento tiene previsto levantar un edificio de 50 viviendas en Xuxán para cumplir con el acuerdo que evitó el derribo del edificio Fenosa en la calle Fernando Macías. La Junta de Gobierno local aprobó el proyecto a finales de febrero, cuatro años después de que se anunciase la iniciativa. El siguiente paso es la licitación de las obras, pero no se ha concretado fecha. Tardarán 24 meses en construirlos.

El Concello también está rehabilitando un inmueble en la calle Marqués de Pontejos, que adquirió cuando Marea Atlántica estaba en la Alcaldía y cuyas obras acumulan retraso. En este edificio se crearán cinco pisos para alquiler social.

El Gobierno gallego también tiene planes de vivienda pública en el centro de la ciudad, pero solo suman siete pisos. Estos forman parte del Plan Rexurbe, la iniciativa creada para comprar inmuebles deteriorados o en estado de abandono con el fin de recuperarlos para destinarlos a alquiler social. Uno de los edificios está ubicado en el número 6 de la calle Santa María, en la Ciudad Vieja, y en el número 88 de la calle San Andrés. La Xunta solo compró estos dos inmuebles, pese a que el plan abarca una superficie de 80.000 metros cuadrados que incluye la zona conocida de Pescadería y Ciudad Vieja.

En convocatorias anteriores, algunos propietarios retiraron sus propuestas antes de que se cerrase el plazo y en la última no hubo ninguna solicitud.

El Ejecutivo autonómico, al igual que el Concello, se fija en Xuxán. En noviembre entregó las llaves de 50 pisos de promoción pública en la calle Xosé Lesta Meis, pero ya tiene otros dos edificios en marcha: uno con 50 viviendas y otro 40. Este último proyecto es el que está más avanzado, ya que ya ha solicitado la licencia al Concello, de la que está a la espera. Adjudicó las obras a Acciona y espera que empiecen antes de verano, pues tienen un plazo de ejecución de 24 meses. Del inmueble de 50 pisos, la Xunta presentó el proyecto básico y le falta por presentar el de ejecución.

Para este barrio, propuso al Concello cambiar la calificación de dos parcelas que actualmente tienen uso terciario para que sean de uso residencial y así ampliar el número de viviendas. Ángeles Vázquez asegura que se pondrían superar los 500 pisos, pero no concreta qué porcentaje sería para promoción pública. La modificación todavía no se ha cerrado, pues el Gobierno gallego va a mandar una nueva propuesta en abril. Así, suman 152 pisos para una lista de demandantes de 2.276 personas. Una cifra que probablemente siga creciendo con el paso de los meses.

Otros proyectos, por ahora, se han quedado parados, como el que el Concello anunció en mayo del año pasado, dos semanas antes de las elecciones municipales, cuando dijo que el Estado construiría 88 viviendas sociales en terrenos del Ministerio de Defensa en A Maestranza y en la calle Adelaida Muro.

Pero hay movimientos por parte del Gobierno local. La alcaldesa, Inés Rey, solicitó por carta a la Sareb en abril del año pasado la cesión del mayor número posible de pisos de los que el llamado banco malo es propietario en la ciudad para poder destinarlos a alquiler social, como el número 380 de la avenida de Fisterra.

Aunque hubo acercamientos e incluso anuncios preelectorales, la Sareb finalmente lo rechazó y solo le ofrece, al igual que a la Xunta de Galicia, la compra “preferente” de pisos que pidió cedidos hace un año.