La historia de A Coruña está ligada de forma íntima a la de su principal monumento, por lo que son numerosas las referencias a este edificio y su origen en el nomenclátor de la ciudad: Torre, Faro, Hércules, Breogán y Gerión. El recuerdo de este último personaje constituye un caso singular, ya que normalmente los callejeros recogen los nombres de los vencedores en las batallas y no de los de quienes caen derrotados. Quizás la intención del Ayuntamiento coruñés fue la de premiar la contribución del gigante mítico a la leyenda sobre el origen de la ciudad.

El rey Alfonso X fue el encargado de divulgar el relato que atribuye a Hércules la fundación de A Coruña, ya que lo incluyó en su Estoria de Espanna, publicada a finales del siglo XIII. Los tratados medievales combinaban con frecuencia los hechos históricos con las tradiciones legendarias, que en este caso fueron tomadas de la mitología griega.

La narración del monarca al que llamaron El Sabio cuenta que Hércules acudió a estas tierras en socorro de unas gentes que solicitaron su ayuda. El gigantesco rey Gerión se presentó en el lugar para reclamar su posesión, ante lo cual el héroe griego le propuso que sólo ellos dos combatieran para evitar la muerte innecesaria de otras personas. Hércules consiguió vencer a su rival tras una lucha que se prolongó durante tres días.

Tras derrotar a Gerión, le cortó la cabeza y la hundió en la tierra sobre la que mandó construir una gran torre. El vencedor hizo nacer una ciudad a los pies del monumento y le dio el nombre de la primera mujer que llegó: Crunna.

La leyenda caló hondo entre las gentes, que siempre aludieron a Hércules como el fundador de la ciudad y el constructor del faro que le sirve de símbolo.

El escudo coruñés muestra una calavera y unas tibias bajo la figura de la Torre como recuerdo del enterramiento de Gerión bajo ese edificio.

Este edificio de A Coruña cuenta con un mosaico de la Torre de Hércules sobre el portal L.O.

El monumento, orgullo de A Coruña

“La Torre de Hércules sirve como faro y emblema de la entrada al puerto de A Coruña desde el siglo I de nuestra era, cuando los romanos lo construyeron con el nombre de Farum Brigantium. Es el único faro de la Antigüedad grecorromana que ha conservado en cierta medida su integridad estructural y que sigue desempeñando la misma función”, relata la Unesco, que en 2009 la declaró Patrimonio de la Humanidad.

Este faro monumental, de 55 metros está edificado sobre una roca de 57 metros de altura, es el orgullo de los vecinos de la ciudad. Si se levanta la vista desde la calle y se dirige hacia las fachadas de algunos edificios, se puede observar una muestra de ello en diferentes barrios.

Uno de los casos más llamativos es el de calle Coronel Calaza, en Monte Alto, donde existe un edificio con un gran mosaico que representa al faro. Está situado justo encima del portal, a la altura de la primera planta.

No muy lejos de allí, en la calle Santo Tomás, se levantan dos inmuebles que no pasan desapercibidos, ya que cuentan con una pieza artística en referencia a la Torre de Hércules encima de sus accesos principales.

Aceras del centro de A Coruña incorporan la silueta de la Torre de Hércules como adorno Casteleiro

El faro está hasta en las aceras

En la zona centro se pueden encontrar aceras que tienen esculpida la silueta del monumento. Es el caso de las calles Juan Flórez, Federico Tapia o plaza de Galicia.

Esta icónica estructura de A Coruña también se ha colado en escudos de club deportivos. Ocurre con el Club Basquet Coruña, que la tiene incorporada como parte de su identidad corporativa.

Hay diversos establecimientos comerciales que utilizan la imagen de la Torre de Hércules. Es el ejemplo de la farmacia Hércules de Monte Alto, donde se puede ver la silueta del monumento en su fachada.