Fin a la racha triunfal de la selección española, que hace dos años se proclamó campeona del mundo y el pasado, de Europa. En Barcelona, en los World Roller Games que más quería ganar, se encontró ayer en semifinales con una Portugal que le supone frenar y tendrá que jugarse el bronce mañana contra Francia. El conjunto rojo se estrelló pese a llevar la batuta del partido. No encontró la manera de hacer daño a un equipo que empleó todo su potencial en defender y que sentenció sin perdonar ni media oportunidad.

Todo lo contrario que el combinado nacional, que tuvo que esperar al último minuto de la primera parte para poder sorprender el planteamiento defensivo de Portugal. Y solo lo hizo en superioridad. Tras la azul a Silva y el fallo posterior en la directa de Adroher, el conjunto dirigido por Alejandro Domínguez movió la bola muy rápido en una triangulación entre Bargalló, Font y Adroher, que sirvió para que este último, en el segundo palo, sorprendiera a Girão.

Portugal salió más agresiva en el segundo tiempo. Poco a poco fue comiendo terreno a España, que además se iba cargando de faltas. En este contexto, apareció la potencia de Gonçalo Alves. Aprovechó un bloqueo para encontrar la línea directa con portería y marcar. La remontada culminó en una contra en la que no perdonó João Rodrigues. Y todavía pudo ampliar la renta, pero Sergi Fernández sostuvo a la selección. También a bola parada, con las directas paradas a Nunes y Rodrigues.

Pero a España se le acababa el tiempo. Dispuso de un penalti, que no acertó Casanovas. Y no encontraba la manera por más que lo intentaba. Hasta que apareció la magia de Ignacio Alabart para con una jugada personal de espectacular factura, y cuando ya solo quedaba 1.35, mandar el duelo a la prórroga. En ella, los de rojo jugaron todo el tiempo en el área contraria. Portugal descaradamente esperaba una contra o como mal menor los penaltis. Y al mínimo error local, no perdonó Rodrigues. La soga del cuello de la selección. Un golpe del que ya no se pudo recuperar. Ni con la directa de Bargalló, su última esperanza sin materializar. Y para colmo, Silva sentenció en superioridad por la segunda azul a Font.

Argentina, finalista

Argentina fue la primera en avanzar a la final con una victoria por 3-0 frente a Francia. El siempre combativo equipo galo tendrá que seguir esperando para sorprender a algunas de las grandes potencias del hockey. Aun así a la albiceleste le costó. Abrió el marcador, ya en la primera parte, Pablo Álvarez con una directa y solo dos minutos después amplió la renta Gonzalo Romero. La sentencia llegó en la recta final por medio de Carlos Nicolía.