El Barcelona ganó ayer con solvencia al Valladolid (5-1) en el Camp Nou, en la undécima jornada de LaLiga Santander, para recuperar el liderato y de paso reencontrarse con un gran fútbol, dejando atrás la mala imagen final en Praga y haciendo pagar a los pucelanos sus ganas de fútbol tras ser aplazado el Clásico.

Tenía motivos y razones el Barça para jugar como lo hizo. En casa, en un Camp Nou al que le birlaron la fiesta del duelo ante el eterno rival el pasado sábado, y siendo el último partido el sufrido triunfo ante el Slavia Praga (1-2), el equipo azulgrana salió a por todas y tuvo acierto para plasmar su manita en el marcador.

Fue titular el joven Ansu Fati, de nuevo en el equipo, marcó Leo Messi la mitad de los goles que acumula en esta Liga, se reencontró con el gol Luis Suárez y regresó al equipo, tras lesión, Sergi Roberto. Todo ello mientras la fiesta goleadora culé iba en aumento y dejaba en anécdota el 1-1 momentáneo logrado por el Valladolid. Llegaba en una serie de cinco partidos invicto el equipo de Sergio González, que dispuso un 3-5-2 que pronto cambió, por la lesión de Nacho a la media hora, a un 4-4-2. Pero, ni con un sistema ni con el otro, pudo el Valladolid frenar a un Barça que tuvo el balón y, con él, el metrónomo del duelo.