La selección española masculina de balonmano jugará como primera de grupo las semifinales del Europeo de Noruega, Suecia y Austria después de salvar ayer un empate a 22 goles ante Croacia en su último duelo de la segunda fase, aunque tuvo en su mano haberse hecho con el triunfo si no se hubiese atascado en el tramo final. Los Hispanos buscará su tercera final mañana en Estocolmo ante Eslovenia.

La defensa y un gran Alex Dujshebaev dejaron a los españoles al borde del triunfo cuando se escaparon de seis goles en la segunda mitad y tenían atenazado a su oponente. Sin embargo, en los últimos doce minutos sólo fueron capaz de anotar un siete metros, una pájara ofensiva que no les costó finalmente el partido.

España y Croacia, ya clasificadas para las semifinales, dieron la sensación de no dar prioridad a su duelo por ser el primero del grupo. Los de Lino Cervar, incluso, dieron descanso a Luka Cindric, mientras que Jordi Ribera, que tenía la baja por fiebre del extremo Ángel Fernández, también apostó por repartir minutos.

Los croatas no echaron de menos en exceso al central del Barça gracias a que en su primera línea tienen una gran variedad y Karacic tomó las riendas del ataque. El jugador del Kielce (10 goles) empezó entonado y sin fallo en el lanzamiento para anotar cuatro de los primeros cinco tantos de los balcánicos, sin incidencia real por la igualdad. Los de Cervar entraron por delante en el tramo final de la primera mitad (9-7), pero el cambio defensivo de Ribera dio buenos réditos (11-12).

La doble campeona del mundo, liderada por Alex Dujshebaev en los dos lados de la pista, abrió una brecha (12-18). Croacia estaba tocada a nivel ofensivo, pero España bajó entonces un poco su ritmo y el partido se le complicó más de lo que se podría prever con la remontada del rival. A cinco minutos se abrió un partido nuevo (21-21) y aunque Croacia se puso por delante, a Aleix Gómez no le tembló el pulso en un siete metros para firmar la igualada.