Un solitario tanto de Lucas Ocampos en la primera parte de la prórroga le sirvió al Sevilla para seguir vivo en la Copa del Rey a costa de un Leganés ordenado que no lo puso fácil. También firmaron ayer su clasificación el Almería, que goleó al Alavés; el Valladolid, que terminó con la aventura del Santa Eulalia; el Girona, que pudo con el Cádiz; el Levante, que apeó al Fuenlabrada en los penaltis y el Rayo Vallecano, cuyos jugadores denuncaron impagos antes de medirse y ganar al Elche.

El Sevilla, el equipo de más nombre de los que jugó ayer, se encontró a un rival pegajoso, que suplía con voluntad y buena colocación los problemas para preparar el choque que había tenido durante la semana como consecuencia de la gran nevada que cayó sobre Madrid.

De hecho suyos fueron los primeros acercamientos. Los andaluces nos despertaron hasta el minuto 35, cuando Oliver amenazó por primera vez con cierta intención. Su tiro lejano se marchó alto.

Hubo poco reseñable hasta el descanso aunque la sensación era que un Sevilla con algo más de ritmo estaría en disposición de hacer valer su favoritismo. Lo entendieron los visitantes, que volvieron del vestuario más entonados y el Leganés se creyó que la sorpresa era posible.

Los sevillanos recurrieron a Suso y Ocampos desde el banquillo. Pero no fue suficiente para esquivar la prórroga. El argentino acabaría convirtiéndose en determinante al capturar un pase en largo de Oliver y definir con tranquilidad ante la salida del guardameta. Fueo lo justo y necesario para que el Sevilla pasara a octavos.