Vela

Marco Nannini, sobre Cole Brauer y los estereotipos: “No hace falta ser un macho con barba para dar la vuelta al mundo en barco”

El creador y organizador de la Global Solo Challenge afirma que gracias al impacto de la regatista estadounidense el público femenino de la prueba ha crecido del 10 al 40%

Marco Nannini, en las instalaciones de Marina Coruña. |  // IAGO LÓPEZ

Marco Nannini, en las instalaciones de Marina Coruña. | // IAGO LÓPEZ / María Varela

“Para esto nació la Global Solo Challenge”, afirma Marco Nannini, su creador, “para hacer el mundo de la vela, en especial el oceánico y en solitario, más accesible y que fuera inclusivo en todos los sentidos”. Habla de Cole Brauer, que en apenas en unos días cumplirá su sueño de haber dado la vuelta al mundo en barco y sin escalas con salida y llegada en A Coruña. Ella es el ejemplo de todo lo que el gestor italiano buscaba. Por su condición de mujer, la única de la competición. Por su capacidad comunicadora a los más de 445.000 seguidores que a diario se suben con ella al First Light. Por romper estereotipos. Y por haber aprovechado la oportunidad que el evento le brindó para lanzarse a un futuro prometedor. Una aventura carne de cañón de una película de Hollywood.

“Ella tiene una presencia mediática muy importante, con muchísimo seguidores en Instagram, más de 400.000”, explica el italiano desde su cuartel general en Marina Coruña, donde ya ha dado la bienvenida al primer clasificado, el francés Phillippe Delamare, y donde espera recibir en unos días (martes o miércoles de la semana que viene) a Cole Brauer. “Su capacidad de comunicar es evidente y lo hace de una manera bastante nueva y fresca en el mundo de la vela”, añade.

Se trata de romper con la imagen del lobo solitario que hace la vuelta al mundo, pero también de hacer los deportes náuticos más accesibles al gran público, quitándoles esa rémora de disciplina elitista que arrastra tradicionalmente. “Está rompiendo los estereotipos del macho con barba que se va a hacer la vuelta al mundo. No es la primera mujer que hace la vuelta al mundo, pero ella lo hace con una actitud particular y una comunicación muy positiva. Seguramente es la primera que comunica con tanta alegría y positividad y manteniendo su relación con su lado femenino, sin transformarse en un hombre solo por hacer una cosa que tradicionalmente estaba reservada para los hombres”, valora.

Brauer está muy lejos físicamente de esos patrones: no llega ni a los 160 centímetros de altura ni a los 50 kilos de peso. Unas dimensiones muy parecidas a las de una de sus heroínas, Ellen McArthur, que ya hace más de veinte años demostró que se podía ser un regatista oceánico profesional siendo pequeña. “Lo más importante es el aspecto mental. No se necesita fuerza física para conducir barcos de altura”, opina Nannini, experimentado en este tipo de competiciones.

Lo que sí es cierto es que hasta ahora la participación femenina ha sido escasa, un porcentaje muy similar al de otras categorías de la vela. Con Cole Brauer no solo se rompieron esas barreras, sino que además ha empezado a arrastrar a más mujeres como seguidoras de su aventura. “Cole ha aportado al evento una contribución de público femenino que se ha visto inspirado por ella. Normalmente, el público de la vela es 90% masculino y 10% femenino. En este caso, según las estadísticas que vemos tanto en la página web como en las redes sociales del evento, esta proporción ha cambiado al 60-40”, apunta. Además de atraer a medios de comunicación no especializados como el New York Times o la revista People.

De los 16 navegantes que salieron entre el pasado otoño e invierno de A Coruña, solo uno ha regresado y otros seis están en el mar con posibilidades de terminar. “Es que no es fácil terminar. No es un problema de esta edición ni de los barcos, es que estadísticamente es así. Desde que en 1969 sir Robin Knox-Johnston se convirtió en la primera persona en dar la vuelta al mundo sin escalas, menos de 200 personas lo han podido hacer. En concreto, 185. Y de esas 185, solo 16 eran mujeres. Cole Brauer será la 17, la primera estadounidense”, enumera.

La Global Solo Challenge le ha dado la oportunidad a todos ellos de cumplir un sueño que en otros circuitos está limitado a solo unos pocos, sobre todo regatistas franceses e ingleses.. “En el mundo profesional de la vela en solitario hay eventos, sobre todo la Vendee Globe, que para participar es necesario un presupuesto muy importante. Nosotros le damos a la gente un presupuesto relativamente reducido”, indica.

Una oportunidad que Brauer ha transformado en un éxito. “Estoy muy contento que esté pasando esto porque exactamente este era mi deseo, crear un evento donde la gente pueda venir a realizar su sueño, pero también empezar una carrera profesional”, comenta el organizador, convencido de que este solo será el principio de grandes cosas en el caso de ella. “Estoy seguro de que tiene un gran futuro”, indica, “después de esto se le van a abrir muchas puertas”.

“A Coruña es un lugar perfecto de salida y meta”

Marco Nannini, organizador de la Global Solo Challenge, mantiene su apuesta por A Coruña como salida y meta de la vuelta al mundo sin escalas. “Es un lugar perfecto para los navegantes. Porque tanto la salida como la llegada son ideales para la navegación. Por su seguridad. Y porque Marina Coruña es un lugar ideal en cuanto a servicios y espacio. En ese sentido, la decisión de venir aquí estaba principalmente hecha en relación a las necesidades de los navegantes. Para que ellos tuvieran la mejor experiencia”, explica. “Esta fue la primera edición y ha demostrado que un evento de vela puede tener la atención del público. Nuestro esfuerzo desde la organización del evento fue centrar la comunicación en el aspecto humano. Cada participante es un ganador desde el momento en el que toma la salida. Es muy difícil solo llegar a salir y después todo lo que se pasa por el camino”, continúa Nannini, que cree que otros de los éxitos son las salidas escalonadas para intentar igualar las condiciones entre los barcos más ricos y los que tienen menos presupuesto.