Hockey sobre patines - OK Liga masculina

Hockey, solo hockey

El Liceo afronta el ‘match ball’ en Voltregá concentrado en no caer en provocaciones

David Torres celebra uno de sus goles al Voltregá en el primer partido del ‘play off’.

David Torres celebra uno de sus goles al Voltregá en el primer partido del ‘play off’. / Iago López

El Liceo puede dejar cerrada por la vía rápida su pase a las semifinales del play off por el título de la OK Liga. Con la victoria del pasado domingo por 5-2 frente al Voltregá, si repite triunfo pasará a la siguiente ronda. Si no, la eliminatoria se cerrará con un tercer partido que se disputará el martes en el Palacio de los Deportes de Riazor. El objetivo es evitar ese desempate, pero hoy le espera un infierno en el Oliveras de la Ribaen un partido declarado de alto riesgo y si su última visita no se lo había dejado claro, el vídeo con el que la afición blanquiazul caldeó ayer el ambiente es una muestra del recibimiento que tendrá hoy en el pabellón de Sant Hipòlit. Pero Juan Copa no quiere que los suyos se dejen despistar por lo que pasa fuera de la pista. Lo que ocurre dentro es lo único que le interesa. No caer en provocaciones. Seguir su camino. Hockey y solo hockey.

Da igual las llamadas a la calma cuando, un día antes del partido, una de las peñas del Voltregá, la Sac i GanXo, publica un vídeo incitando claramente al odio hacia el Liceo, al que jugadores y entrenadores del equipo le dieron “me gusta” en redes sociales. El vídeo en cuestión, grabado en la propia pista con lo que se entiende que es con permiso del club y del ayuntamiento, muestra una lechuga a la que un aficionado ensarta en una hoz y le mete en un saco a modo de papelera (sac i ganxo es saco y gancho en catalán).

Historia de una rivalidad

La historia de odio unidireccional se remonta a la Copa del Rey de 2018, disputada en A Coruña, cuando una jugada polémica al final del partido de cuartos de final perjudica al Voltregá. Esa injusticia sirve de justificación para todo lo que vino después, incluida la visita de los jugadores al pabellón al día siguiente con bebidas alcohólicas e incluso intervención de la policía para invitarles a abandonar al recinto entre insultos a la afición local, incluidos niños que jugaban a las puertas del Palacio de los Deportes de Riazor.

Y, a partir de entonces, cada partido se repite lo mismo. Vejaciones, escupitajos a los jugadores del Liceo y altercados como el de la primera vuelta, cuando los verdiblancos denunciaron un insulto racista a Tombita y decidieron abandonar la pista, con conato de pelea con el público del delegado Antón Baldomir incluido, y no volvieron hasta que hizo acto de presencia la policía. La tensión se trasladó al partido de la segunda vuelta en Riazor (en la pista, que no en la grada) con tangana de jugadores.

Cuando la clasificación deparó el Voltregá como rival en cuartos de final del play off, Juan Copa enseguida parapetó a los suyos. Solo quería oír hablar de hockey sobre patines. Nada más. En el primer partido de la serie, en A Coruña, transcurrió todo con normalidad. No hubo aficionados catalanes, sí hace un mes en el encuentro de la fase regular, sin incidentes. Y también en lo deportivo discurrió según el plan, con una primera parte en la que el Liceo concedió dos regalos y se vio por detrás en el marcador al descanso (1-2) y una segunda en la que con el liderazgo de los capitanes, David Torres y César Carballeira, además de la aportación bajo palos de Martí Serra, se consiguió la remontada y acercarse a las semifinales por el título.

Jordi Burgaya y Álex Rodríguez, nuevos jugadores del Liceo para esta temporada. |  // VÍCTOR ECHAVE

Jordi Burgaya y Álex Rodríguez, nuevos jugadores del Liceo para esta temporada / Víctor Echave

La última visita del Liceo a Voltregá, en aquel partido con polémica, terminó con derrota por 2-0. Pero también han cambiado mucho los verdiblancos desde aquella fatídica primera vuelta. En la pista han demostrado que vuelven a ser un candidato a tener en cuenta. Aunque el conjunto local, que cambió de entrenador hace un mes, también tiene sus armas. Empezando por Álex Rodríguez y Jordi Burgaya, dos de los integrantes de la plantilla liceísta que se proclamó campeona de liga hace dos años. El portero Oriol Codony también ha sido una de las revelaciones del campeonato, mientras que los veteranos Gerard Teixidó y Eric Vargas suman galones a un equipo que puede ganar a cualquiera.