De Víctor Sánchez la mayoría de la plantilla estaba familiarizada con su atención por el detalle, que se manifiesta en sus largas charlas explicativas y en el uso que hace de las tecnologías para mejorar los métodos de entrenamiento -recientemente ha incorporado a un asistente para grabar y analizar todas las sesiones-. De su llegada al banquillo en el último tramo de la temporada pasada sorprendieron las sesiones maratonianas con las que intentó recortar los plazos a su disposición para conseguir que el equipo mejorase y alcanzase la permanencia. Esos entrenamientos, aseguraba, estaban medidos para que no resultaran excesivos a los jugadores.

A las charlas y los vídeos los futbolistas ya estaban acostumbrados. No lo estaban tanto, sin embargo, a la exigencia que está exhibiendo el técnico en esta fase inicial de la pretemporada. "Estos primeros días, cansado de los entrenamientos, pero contento y adaptándome al equipo", reconoció Alejandro Arribas, uno de los recién llegados, sobre su aterrizaje en la plantilla deportivista.

Víctor Sánchez volvió a programar una sesión doble en la que utilizó de nuevo su particular estrategia del palo y la zanahoria durante esta pretemporada. Por la mañana hubo trabajo táctico en la ciudad deportiva de Abegondo y por la tarde regresó la extenuante carga física en el balneario de Guitiriz donde el equipo se encuentra concentrado.

El alivio para los jugadores dentro de la exigente pretemporada diseñada por el técnico llega durante los entrenamientos que se desarrollan en El Mundo del Fútbol. Ahí es donde Víctor Sánchez avanza las líneas maestras de lo que será el Deportivo de la temporada que viene. Todavía es pronto para adivinar por completo las intenciones del técnico, sobre todo si se tiene en cuenta que todavía falta por incorporar a la mitad de la plantilla, pero algunas de los rasgos sí se pueden adivinar durante las sesiones en Abegondo.

Ayer Víctor Sánchez insistió sobre todo en la disputa de la pelota y las llegadas a la portería contraria. La intención del entrenador blanquiazul en estos primeros días es afianzar mecanismos defensivos dado que es la parcela del equipo más definida a estas alturas. Por este motivo, el técnico organizó ejercicios para ensayar los contragolpes y al mismo tiempo que los jugadores se vayan familiarizando con la manera en la que desea que su equipo contrarreste este tipo de acciones.

La de ayer en la ciudad deportiva fue una sesión más larga de lo habitual estos últimos días, en parte porque Víctor decidió alargar el tiempo reservado a los partidillos con los que suelen finalizar los entrenamientos.

Esa fue la última ocasión que los jugadores vieron ayer la pelota, porque por la tarde en Guitiriz ya todo se reservó a la parte física de la pretemporada. Lo que tocaba entonces era el palo.