No me retracto de nada de lo que escribí después de los partidos frente al Espanyol y el Granada. Yo no opino en función solo de los resultados; yo opino en función del juego del equipo por encima de todo; yo opino en función de las alternativas adoptadas; yo opino en función de los cambios de sistema y planteamientos; yo opino en función de tantos cambios de alineación sin sentido; yo opino en función de los cambios realizados, bien o mal, durante el partido; yo opino en función de la dosificación de algunos jugadores; yo opino en función de que el equipo sí se ha resentido; y yo opino porque este equipo no sigue creciendo, ya que esta sección en la que colaboro se llama La pizarra.

Al principio ensalzaba el juego del equipo y los resultados. Después seguí ensalzando el juego del equipo pero no los resultados negativos por falta de eficacia. Y últimamente tengo que criticar el juego del equipo y los resultados. Por otra parte, me gustaría saber la situación real de Luisinho. Si va convocado, significa que está para jugar. ¿Por qué no juega en la banda izquierda desde el inicio, que es el único que podía hacerlo con ciertas garantías? Si hay problemas con él, no tiene que ir convocado. ¿Jonás jugó alguna vez en esa demarcación? Las bandas siguen siendo un problema, tanto en ataque como en defensa, y en el equipo volvió a imperar la anarquía táctica.

Voy a recordar mi tiempo de profesor comentando que en el fútbol hay unos principios básicos de la táctica y de la estrategia (que hay que entrenar), y en los últimos partidos el Deportivo los está aplicando muy poco. Por otra parte, voy a recordar la definición de marcaje: "Es la acción táctica que realiza un jugador del equipo que NO posee el balón sobre el adversario, con la finalidad de evitar que este entre en la posesión del balón". Esta acción táctica, básica cuando no tenemos balón, brilló por su ausencia, permitiendo a los jugadores rivales entrar por todas partes y como querían.

Del primer tiempo, se regalaron los 45 minutos. Y del segundo, solo se salvan los minutos jugados hasta la consecución del gol, por cierto en una buena jugada confeccionada por Lucas. El resto del tiempo el Dépor me pareció un equipo entregado y con los brazos caídos (así no creceremos nunca). Yo, por lo menos, no opino solo del resultado, que al final hay que opinar de él siempre para conservar la categoría.

Lucas, el balón no hace falta que entre pegadito al palo, basta con que entre. De la estrategia de los dos jugadores en el córner me voy a olvidar para siempre. Experimentos, cuando estemos salvados. ¡El fútbol sigue siendo otra cosa! Una pregunta tonta: ¿en A Coruña nunca llueve?