Álvaro Queijeiro, capitán del Fabril, regresó ayer tras más de un mes alejado del equipo por una lesión en un hombro para certificar el ascenso del filial deportivista con un gol en el descuento. "Es una sensación de alegría y de liberación por todo el año y todo lo que llevamos trabajando; es un poco la recompensa a todo el trabajo del equipo", destacó el centrocampista.

Queijeiro añadió que subir de categoría representa también un gran logro para el club, que les trasladó siempre su confianza. "El club siempre nos ha transmitido tranquilidad, teníamos la presión nuestra, la del propio equipo, y de querer hacer las cosas bien", destacó el capitán deportivista tras el encuentro de Riazor.