En sus seis partidos anteriores en el banquillo, a pesar de que los resultados fueron igual de pobres que ayer, Clarence Seedorf había rematado cada una de sus intervenciones en la sala de prensa con sonrisas. Ayer tras empatar ante Las Palmas y quedarse a siete puntos de la permanencia el holandés exhibió un semblante más serio y decepcionado. "Soy un ganador y no me gusta perder. Tengo rabia, pero tengo que canalizarla", reconoció tras el encuentro.

En el discurso de Seedorf hubo más autocrítica que en ocasiones anteriores -"no hemos jugado un buen partido", admitió-, pero insistió en el mensaje optimista que le ha acompañado desde su llegada. "Tenemos que seguir trabajando fuerte y creyendo que nos vamos a salvar", subrayó. "No hemos conseguido lo que queríamos, pero sigue habiendo 27 puntos en juego", añadió.

El entrenador holandés defendió que el partido quedó condicionado por el inicio y por el tanto en los primeros minutos de Halilovic. Seedorf percibió cierto nerviosismo en sus jugadores y una pizca de ansiedad por lograr un resultado que los mantuviera vivos en la lucha por la permanencia tras la victoria el viernes del Levante. "Todo tiene mucho que ver con el primer gol y los primeros minutos", reflexionó el entrenador blanquiazul. "Estábamos muy tiesos, muy bloqueados y con mucha tensión", manifestó sobre sus jugadores en esos momentos iniciales del partido. "Nunca había visto al equipo así, es un aspecto humano que no se controla. Se pueden preparar muchas cosas, pero si los jugadores están tiesos por la tensión no se puede", añadió.

Seedorf también se detuvo en la actuación de Raúl Albentosa, silbado por la grada desde el comienzo y al que defendió el viernes en la previa del encuentro. El central marcó el gol del empate y el holandés destacó su "personalidad" durante el partido. "Ha demostrado personalidad porque no es fácil jugar cuando una parte del público no te perdona nada", argumentó el entrenador deportivista sobre la actuación del defensa.