Alberto Quiles dijo adiós este verano al equipo de su ciudad, el Recre, con “un doble descenso” y cogió las maletas rumbo a A Coruña. Buscaba encontrar a una categoría acorde a su nivel, crecer deportivamente y regenerarse mentalmente. Unos meses después ha cambiado su vida. El talento estaba ahí, solo había que encontrar un entorno que lo realzase y en Riazor se ha topado con él. “Es imposible estar arrepentido (de venir al Deportivo) porque es un club grande y me está yendo todo muy bien. Ya cuando me enteré de que me querían, le dije a mis representantes que no buscasen más. Estoy en un equipo que lucha por algo bonito y alivia un poco lo que me pasó en Huelva con el Recreativo. Ojalá se consiga lo que todos deseamos”, explica la gran sensación del inicio de liga deportivista.

Al onubense le es imposible negar que se encuentra “cómodo” en su nuevo equipo, en su nuevo destino, por múltiples razones. Ha sido ubicado por Borja Jiménez como un falso extremo-interior diestro y él encantado. Desde ahí irradia y da rienda suelta a su fútbol. “Me puedo amoldar a cualquier posición del ataque, no me importa mucho, porque mientras juegue, esté en contacto con la pelota y pueda venir a recibir...”, asegura quien destaca de todo su repertorio esa capacidad para “recibir de espaldas”.

De sus prestaciones, en parte, han llegado los goles y las victorias. Uno de los factores que le ayuda en esa eclosión que está experimentando es esa complicidad que ha generado con Miku. Parece que llevan jugando toda la vida juntos y solo han sido unos meses los que que han compartido vestuario y once. Un flechazo futbolístico. “Nos parecemos mucho”, adelanta al andaluz antes de proseguir en ese unión que siente sobre el césped al venezolano. “Nos gusta aguantar de espaldas, venir a recibir. Cuando dos jugadores tienen esa similitud en su fútbol es muy fácil entenderse. Hablamos muchos en los entrenamientos, él me da consejos de lo que pueda hacer o no y así es más fácil. Hay que seguir porque llegarán más goles”, cuenta.

Esa complicidad también la siente con Riazor, su nueva casa. El estadio coruñés empieza a recuperar su aspecto prepandemia y entra en combustión con el arranque victorioso del equipo en esta Primera Federación. Primero, ante el filial celeste y mañana frente el Badajoz, más y mejor. “¡Qué va, hombre, qué a ser una presión! Es una maravilla jugar ahí. Ojalá todos los fines de semana fuesen así. Flipé el día del partido ante el Celta B en Riazor. A Villares ya le dije que había que disfrutar, que esto es una maravilla. Estoy deseando que llegue el próximo partido”, cuenta sobre su estreno y ante lo que espera del duelo frente al equipo pacense.

Alberto Quiles partirá de nuevo de inicio y es muy probable que Noel sea uno de los que le sustituya en los últimos minutos. El ex del Recreativo sigue maravillado con el canterano, con sus prestaciones y con esa capacidad para ser definitivo en pleno estreno y con pocos minutos por delante. “Noel está tocado con la varita. Cada vez que sale al campo, mete un gol. Tiene técnica, gol, no da por perdido un balón. Hay que tener paciencia con él, es joven y hay que disfrutarlo. Va a dar muchas alegrías aquí”, relata su compañero en el frente ofensivo.

Equilibrio

Todo va viento en popa para el onubense. El Dépor funciona, él marca goles, todos los jugadores van creciendo a su ritmo, aunque sin detenerse. Aún así, Alberto Quiles apuesta por mantener los pies en el suelo. El panorama es tan tan idílico, de momento, que puede llevar al engaño y hay que tener la mente preparada para moverse en otro contexto. “No puede ser que por un partido bueno te creas el mejor del mundo ni por uno malo el peor. A todos nos gusta que hablen bien de uno. Cuando falles un gol claro, llegarán las criticas y es algo normal. Tengo que estar en el equilibrio, es la clave”, relata sobre su forma de encarar estos momentos dulces y lo que venga después.

El siguiente escollo es el Badajoz de Óscar Cano, del que espera que le ponga a prueba como ningún otro equipo en este inicio de liga plenamente victorioso. Habrá batalla por el esférico, el motor del juego para ambos. “Es uno de los equipos que va a estar arriba, aún no perdió ni encajó goles. Tiene buenos jugadores y va querer el balón, como nosotros. Lucharemos por él. El que aproveche las ocasiones y meta los tantos, se lo llevará. No creo que haya un equipo que vaya a dominar tanto”, analiza.