El Deportivo logró su objetivo de romper la racha negativa de tres jornadas sin ganar con una victoria balsámica muy trabajada, sobre todo en una segunda parte en la que acabó sufriendo ante un rival que llegó con vida a la recta final. El equipo coruñés no fue capaz de anotar un segundo gol con el que sentenciar el encuentro y el Sanse poco a poco fue creyendo que era posible rascar algún punto en A Coruña, como había hecho la SD Logroñés en el anterior duelo disputado en Riazor. Los riojanos empataron con un cabezazo en el tiempo de descuento, pero ayer la historia fue diferente porque el Dépor logró su objetivo de mantener su portería imbatida hasta el pitido final.

Resistió sobre el alambre el equipo coruñés para sumar tres puntos que le devuelven al podio de la clasificación. Ahora es segundo en la tabla con 16 puntos, uno menos que el líder, Unionistas, que esta tarde visita el campo del Talavera. Un respiro para el Deportivo después de tres jornadas en las que solo había sido capaz de sumar un punto de nueve posibles.

Se reencontró con la victoria, además, con la portería a cero. Esta vez Ian Mackay no tuvo que hacer grandes paradas para mantener su meta imbatida. Fer Ruiz desperdició la ocasión más clara del Sanse al cabecear libre de marca a la salida de un córner, pero muy desviado. Ese remate en la recta final fue el susto más grande para los blanquiazules, que intentaron defender con la pelota más que en el encuentro frente la SD Logroñés. La ventaja mínima en el marcador mantuvo la incertidumbre hasta el final, y más con el amargo desenlace frente a los riojanos todavía muy reciente. El Dépor no se echó tanto atrás como en su anterior encuentro en Riazor y acabó amarrando esos tres puntos de oro para cambiar la dinámica de resultados. El próximo domingo, a las 12.00 horas, el equipo coruñés visitará al Racing de Santander.