La Opinión de A Coruña

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El Dépor se despide del ascenso directo

El Racing de Santander se escapa y deja casi imposible la primera plaza

Mario Soriano se lamenta durante el partido de ayer contra el Celta B. ARCAY/ROLLER AGENCIA

El Deportivo tiene cada vez más complicado el ascenso directo después de la dolorosa derrota que encajó ayer contra el Celta B en Balaídos. Su entrenador, sin embargo, todavía cree a pesar de que tanto el juego como los resultados cada vez le dan menos razones para el optimismo que intenta transmitir en sus comparecencias. Tiene pocos argumentos Borja Jiménez, que se resiste a arrojar la toalla y dar por perdidas las opciones de su equipo en un momento especialmente delicado del curso.

El Racing de Santander se ha escapado en el liderato hasta los nueve puntos —diez en realidad porque tiene el golaveraje a favor frente a los blanquiazules— cuando faltan tan solo nueve jornadas por disputar. Al mismo tiempo, la distancia con la sexta plaza que marca la frontera con el play off se ha recortado hasta los cuatro puntos debido a la mala dinámica en la que se ha instalado el conjunto deportivista.

Ayer en Balaídos cayó víctima de un mal planteamiento inicial y de las controvertidas decisiones arbitrales. Son ya tan recurrentes las pifias de los colegiados, reflejada ayer en la expulsión perdonada a Domínguez tras derribar a William en el área, como las patinazos de un Deportivo cada vez más perdido. Apenas le aporta soluciones ya su entrenador desde el banquillo, extraviado desde que la fórmula de un fútbol solvente y de control con la pelota se volvió ineficaz.

Borja Jiménez probó ayer un esquema condicionado por las bajas que enseguida castigó el Celta B con la velocidad por las bandas. Rectificó y estuvo a punto de llevarse algo positivo de Balaídos en un partido en el que la falta de puntería que arrastra el equipo volvió a resultar decisiva. Tanto como un nuevo error de Jaime en el centro de la defensa.

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