El Deportivo sobrevivió el sábado a un partido que se le complicó de mala manera y está un poco más cerca de garantizar la segunda plaza en la clasificación que permite afrontar con ventaja la fase de ascenso. El empate del Racing de Ferrol contra el Bilbao Athletic le permite acariciar el subcampeonato con cinco puntos de ventaja a falta tan solo de seis por disputar. La remontada contra el Tudelano ahorró un importante quebradero de cabeza al equipo de Borja Jiménez de cara a las dos últimas jornadas y, al mismo tiempo, dejó a un lado la pobre imagen de los blanquiazules en la primera parte. La nota positiva es la reacción mostrada después del descanso y la negativa la nefasta puesta en escena de los 45 minutos iniciales. El técnico deportivista, sin embargo, no quiere oír hablar de “dudas” en este tramo de la competición, más favorable a centrarse en lo positivo antes de afrontar el play off.
La segunda posición, a tiro. La sufrida victoria del sábado en Riazor deja al Deportivo con el subcampeonato al alcance de la mano. A falta de dos partidos, los blanquiazules aventajan al Racing de Ferrol en cinco puntos. Al equipo de Borja Jiménez podría bastarle con sumar uno más para acceder a la fase de ascenso con la ventaja de que los empates en las prórrogas les beneficiarían. Los deportivistas pueden dejar sellada la segunda plaza el próximo sábado en la visita al Valladolid B e incluso ya la tendrían garantizada en el caso de que esta semana el comité de Apelación les hubiera concedido la victoria ante el Bilbao Athletic por la supuesta alineación indebida de los rojiblancos. La decisión final depende ahora del TAD y podría ya no ser decisiva, pero sentaría un precedente contradictorio después de resoluciones anteriores en sentido contrario. El Deportivo empieza también a mirar de reojo a los posibles cruces. De ser segundo, se mediría en una hipotética final al ganador de la eliminatoria entre el cuarto de su grupo (Celta B) y el tercero del otro (Albacete).
Luces y sombras. El Deportivo acaricia el objetivo inmediato antes del play off, pero el sábado contra el Tudelano dejó razones para el optimismo y el pesimismo. Lo mejor, la reacción después de una muy mala primera mitad en la que el conjunto navarro se llegó a adelantar hasta en tres ocasiones y la comunión con la grada al final. Lo peor, las debilidades defensivas que expuso el equipo ante un rival que atacó a tumba abierta, temerario, y que ofrecía todas las facilidades defensivas posibles. El Dépor, sin embargo, se desesperó por momentos y no se acomodó en el partido hasta que explotó las virtudes que le han permitido crecer en las jornadas recientes. Con pausa, favorecido por el bajón de ritmo del Tudelano después del descanso, el equipo blanquiazul le dio la vuelta al marcador de manera definitiva.
Por fin una remontada. Al Deportivo se le había reprochado durante toda la temporada su nula capacidad para remontar los partidos que se le ponían cuesta arriba. Solo lo consiguió contra el DUX de Madrid y le acompañaba la reputación de conjunto débil frente a los golpes. El sábado le volvió a ocurrir, pero tuvo el aplomo para no volverse loco y repetir aquel fiasco contra el Extremadura de 2020 que le costó el descenso a Segunda B. Por momentos el compromiso contra el Tudelano tomó la apariencia de aquel contra el recién desaparecido club de Almendralejo.
El récord de Quiles y el regreso de Miku. La remontada dejó también el punto y final a la sequía goleadora de Miku, que no marcaba desde el mes de enero y que puso el tercero de los deportivistas. En la jugada del tanto fue protagonista Quiles, que no pudo anotar por séptimo partido consecutivo y se quedó sin igualar el récord de Lucas Pérez y Bebeto. El delantero, sin embargo, volvió a dejar una actuación de mérito que lo mantiene como uno de los jugadores más en forma del equipo antes de afrontar la fase de ascenso.
