Entrevista | Lateral del Deportivo

Raúl Carnero: “Me encantaría dar dos asistencias por partido, pero debo defender y equilibrar”

“El árbitro estaba como ido tras la jugada de Quiles, le sobrepasó la situación. Se equivocó a lo grande”

Raúl García Carnero posa en la Ciudad Deportiva del Deportivo en Abegondo. |  // IAGO LÓPEZ

Raúl García Carnero posa en la Ciudad Deportiva del Deportivo en Abegondo. | // IAGO LÓPEZ / Iago Lopez

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Raúl Carnero (A Coruña, 1989) ha regresado como fuerza al once. Describe lo que se vivió en el campo con la lesión de Quiles y la decisión del árbitro y analiza cómo es la vida del canterano retornado.

¿Ve al equipo recuperado?

Con el paso de los días ya estás más animado y con más ganas del partido del sábado, que es ante el líder. Nos permitiría recortarle puntos y acercarnos a esa posibilidad de ascender directamente.

¿Aún pueden subir así?

Mientras haya opciones tenemos que creer, no podemos pensar más allá. La liga no acabó y matemáticamente es posible. Está complicado, porque no dependemos de nosotros. La idea es que ellos fallen y nosotros no. Lo primero es ganar el sábado y estar a tiro.

“Estoy cedido, soy de A Coruña y me gustaría quedarme de por vida, seguir”

Habla de que ya están mejor, eso significa que el palo de Córdoba no fue sencillo de asimilar, ¿no?

Fueron momentos duros, porque todos teníamos la ilusión y las ganas y trabajas durante la semana para ganar y, al final, tienes esa opción de seguir arriba y fallas. Aún encima pasa lo de Quiles, que toda la plantilla estamos jodidos por él. Los primeros días se hacen duros. Según pasan, la cabeza lo va absorbiendo porque tienes que centrarte en el partido más inmediato.

¿Cómo vivió todo lo sucedido con el árbitro y con Quiles?

Con mucha impotencia, como una locura. Yo estoy en la banda contraria, hay que pensar dónde estoy, y llegamos todos corriendo y primero te centras en que le saque la roja, pero en cuanto veo a Quiles cómo tiene la cara, cómo está pidiendo la asistencia y ves al árbitro que está ido, que no sabe qué hacer, ya da igual la roja.

“En Ferrol me sacan dos amarillas por dos tonterías de patadas sin daño alguno”

Ahí cambian las prioridades...

Claro. En ese momento, reaccionamos diciéndole: “oye, atiende rápido a nuestro jugador, que entren las asistencias que mira cómo está”. Y él estaba como ido. Es impotencia porque estás ahí, ves la situación y luego gracias que se quedó solo en eso, aunque ya sea bastante, porque podía haber sido más. Él ahora está bien, pero estamos con la pena de que lo vamos a perder unas jornadas.

Ya regresó Quiles a Abegondo, ya bromearon. ¿Más tranquilos?

Cuando pasa y se hacen todas las pruebas y se sabe lo que tiene y que está bien, hay que quitarle hierro al asunto (por las bromas) y estar a su lado. La peor parte se la lleva él y hay que animarle.

“Antes en la grada mi fuerza era animar, ahora disfruto dentro”

Una vez pasado el susto, ¿pudo hablar con el colegiado?

Tampoco dejaba hablar mucho. Yo, en un primer momento, le dije, como no se acercaba a Quiles y no reaccionaba, que se olvidara de todo, que entrara rápido la asistencia... Y luego nuestro médico estaba solicitando una camilla y tampoco le daba paso. Yo le decía que atendiese a lo que tenía que atender. Luego después le dije que no puede ser que nosotros nos quedemos sin un jugador lesionado y que tenga que salir prácticamente en ambulancia y que ellos sigan con todos. No puede ser.

Justo con lo que le pasó usted en Ferrol y sí se fue a la calle...

A mí me echan dos amarillas (ante el Racing) por dos tonterías de patadas sin daño alguno y que ni sea igual esta acción... Yo no personalizo en quién hace la falta o si es sin querer o no, es proteger al jugador. Es protegernos a nosotros y para eso está el árbitro. No puede ser que rápidamente reaccione y saque una amarilla en vez de analizar la jugada bien. Él está delante, tiene un asistente que lo ve perfectamente. Para eso están. ¡Qué voy a decir! Si lo hemos visto todos... Se ha equivocado a lo grande.

¿Se mostraba huidizo, altivo? ¿Cómo trataba con ustedes?

Él, en un primero momento, ve la patada y saca rápidamente la amarilla, pero debería haber tenido calma para analizar cómo fue todo primero. En cuanto ve la gravedad de la situación, se le complica todo y ya no reacciona. No se centraba en lo que tenía que centrarse, que era que el jugador estuviese bien. Le sobrepasó la situación.

Más allá de estas decisiones, ¿no cree que los colegiados han perjudicado al Dépor al no cortar el juego brusco de los rivales?

Claro. Otra de las cosas que le dije (al árbitro) es que si estaba poniendo el baremo de la amarilla a esa altura, que dónde estaba el de la roja. Era una locura. Eso sí, tampoco podemos centrarnos solo en los árbitros. Estamos donde estamos y no por los colegiados. Fallamos mucho fuera y es culpa nuestra. Durante la temporada yo nunca recuerdo tantas expulsiones en mi equipo en lo que llevo de carrera. Que permitan más o menos (juego brusco) no lo voy a valorar. Lo del otro día es escandaloso por la integridad de nuestro jugador.

Raúl Carnero

Raúl Carnero / Iago Lopez

Hace poco Mackay confesaba que usted, Lucas, Álex y él hablan a menudo para encontrar las razones de la racha fuera. ¿Cuáles son?

Le das vueltas porque inconscientemente echas cuentas y con todo lo que hemos fallado fuera de casa piensas: “¿Dónde estaríamos?”. Hablamos para ver dónde se puede mejorar para acertar en el próximo fuera. Le puedes dar vueltas y vueltas, puedes hacer hipótesis, pero quedan cuatro partidos y hay que ir a muerte porque es posible y porque lo dicen las matemáticas.

Estuvo de baja por lesión y luego jugó Lebedenko. ¿Cómo está?

Bien. Fueron seis semanas de lesión y luego tuvo él minutos. Fue mucho tiempo y cuando no juegas, tienes ganas de volver y más en el final de liga. Lo primordial es el equipo y la situación en la que está, porque queda muy poco.

Hasta se le ve con mejor tono...

Me encuentro bien. Este tiempo, con la lesión, aprovechas para trabajar más, para hacer cosas que te puedan faltar... Llevaba tiempo sin competir con continuidad por la lesión (de rodilla) y cada vez estoy mejor. Perdí mucha musculatura y aún la seguía ganando. Estoy motivado con lo que tenemos delante.

Empezó su carrera como un lateral ofensivo y ahora defiende más que ataca. ¿Por qué?

Cada plantilla tal y como se confecciona y los compañeros que tienes influyen mucho. O la idea de cada técnico. Ahora con la forma en la que jugamos con gente muy ofensiva no utilizamos un extremo puro y, en este caso, suele jugar casi siempre Mario Soriano, que no es un extremo al uso, de estar abierto, que esté acostumbrado, a nivel defensivo, a hacer tareas de pares con sus laterales y sus extremos.

¿Cambian sus funciones?

Te mides un poco más. Por nuestra forma de jugar a veces a Mario le pilla muy en el medio o en la otra banda y muchas veces debes medir y no puedes estar tan, tan arriba u ofensivamente hacer todo lo que quisieras, porque al equipo hay que equilibrarlo. Con Antoñito y Quiles jugamos mucho, se complementan muy bien y dan profundidad y tú tienes que equilibrar. Y en ese equilibrio no te da muchas veces para llegar arriba. Cada temporada cambia. He mejorado defensivamente y ofensivamente considero que tengo un muy buen golpeo, con un buen centro, aunque también esta temporada nos está faltando o quizás nuestra forma de jugar ofensivamente no es de llegar los laterales y centrar directamente, muchas veces se buscan otro tipo de pases. A mí me encantaría en todos los partidos dar dos asistencias, meter un gol, estar ahí arriba. A todos nos gusta atacar, pero hay que defender y equilibrar también.

¿Regresar al Dépor ha sido como había proyectado?

Imaginaba que a estas alturas íbamos a estar primeros con opciones de estar en nuestra mano el ascenso, pero las cosas son como son. Te puedes imaginar algo, pero es idílico, es lo que tú quieres que pase. Estoy muy feliz porque estoy en casa, eso lo imaginaba como está siendo. Deportivamente estoy contento porque aún hay opciones de ascenso directo.

Está cedido, pero es de A Coruña. ¿Cuál es su plan?

Tenía ganas de volver, porque quería vestir de nuevo la camiseta, deseaba ayudar para devolver al equipo a donde debe estar y, en lo personal, soy de A Coruña, mis hijos van a criarse aquí. Luego ya cuando sean mayores... Quiero seguir y es verdad que estoy cedido, pero mi idea es ya quedarme por A Coruña, aunque a nivel deportivo no depende de mí solo. A mí me gustaría seguir y quedarme de por vida.

No le genera una presión extra ser de A Coruña. ¿Cómo controla al entorno?

Con naturalidad, pero aquí todos son del Dépor. Por ejemplo, llegué el lunes de viaje, cogí a los niños y era el cumpleaños de un primo y ya, según entro, uno me dice: ‘¡Pero cómo no metes esa, hay que tirar fuerte!’ (se ríe). Lo tomas con naturalidad, porque me va también en el sentimiento. No voy a fallar a propósito ni voy a hacer nada que perjudique al Dépor porque lo siento como ellos. Tengo la suerte de estar en el campo y disfruto ahí, pero me va la vida igual que a ellos. Muchas veces cuando estás en un ambiente distendido discutes incluso como un aficionado (se ríe).

¿Le añade presión?

Tienes presión porque está en tus manos. Antes cuando estabas en la grada, tu fuerza era animar y ahora puedes más. Lo sientes más. Tienes un poco más de presión, pero debes tomarla con naturalidad y que no te sobrepase porque puede afectar en el rendimiento. Tengo un entorno que me ayuda.

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