El último intento del Dépor por Trilli

La nueva cúpula directiva del club se puso en contacto personalmente con el canterano para tratar de convencerle de que se quedase - Las negociaciones para renovarle fueron infructuosas los últimos años

Trilli, junto a Quiles y Villares en un entrenamiento. |  // CARLOS PARDELLAS

Trilli, junto a Quiles y Villares en un entrenamiento. | // CARLOS PARDELLAS / M. Otero

Marcos Otero

Marcos Otero

Álvaro Pérez Campo, Trilli, se desplazará este fin de semana a Barcelona para firmar por dos años más otro opcional con el club azulgrana, que lo enrolará en su filial y le garantizará presencia en la primera plantilla. El joven de Ortigueira pondrá así punto y final a una etapa de nueve años en el Deportivo, en el que aterrizó en edad alevín para convertirse en uno de los jugadores más destacados de la generación de 2003 que se proclamaría campeona de España juvenil en 2021. Aquel título colocó bajo los focos a los Dani Barcia, Jairo Noriega, Yeremay, Noel López, David Mella y al propio Trilli, y disparó la ilusión entre un deportivismo que asiste ahora con preocupación a los acontecimientos recientes alrededor del club.

La salida de Trilli, unida a la de Mario Soriano, representa el último golpe, pero el Deportivo hizo un último intento por retenerlo antes de que se cerrase su traspaso al Barcelona a cambio de la cláusula por valor de 200.000 euros. Fue casi a la desesperada, con una llamada personal por parte de la directiva que saldrá de la junta de accionistas que se celebrará el próximo lunes y con la que se trató de hacerle ver lo que antes le había traslado en una reunión cara a cara el nuevo director deportivo, Fernando Soriano.

El club intentó persuadir al canterano de que su rol en el equipo iba a cambiar, de que se iba a convertir en el nuevo “Álex Bergantiños”, como afirmó Soriano, y que no se iba a repetir lo ocurrido durante la temporada recién finalizada, en la que apenas tuvo protagonismo. La relación, sin embargo, ya se encontraba erosionada desde antes incluso de la llegada de Óscar Cano, con el que apenas tuvo participación y a quien se apunta de manera generalizada como el responsable de su marcha.

El contrato que había firmado el canterano después de proclamarse campeón de España juvenil fue desde el comienzo un foco de inestabilidad entre las partes. El club tuvo que acceder a incluir esa cláusula de 200.000 euros en el caso de que el equipo no ascendiera a Segunda División, asequible para buena parte de los equipos que lo pretendían, porque ya en ese año 2021 el joven lateral contaba con importantes propuestas de filiales de equipos de primer nivel.

La decisión del jugador por aquel entonces fue quedarse en el Deportivo para continuar su formación y con la mirada puesta en el primer equipo.

Una lesión inoportuna la temporada pasada cuando era un jugador importante para Borja Jiménez, sin embargo, cortó su proyección y todo se precipitaría a partir del verano pasado. El jugador tuvo que operarse para corregir sus problemas en un tobillo, lo que desembocó en un conflicto con el club y cierta sensación de desamparo por su parte. Fue el propio Trilli quien tuvo que costearse la intervención en Barcelona por parte del especialista Jordi Vega y la posterior rehabilitación en la clínica particular de uno de los fisioterapeutas del club después de que el Deportivo asumiera las consultas previas en Madrid y Oporto.

A partir de entonces la sensación en la plaza de Pontevedra fue que sería complicado renovar el contrato del canterano y que su deseo era el de salir. Al club llega entonces por parte de sus agentes una propuesta para salir cedido al Mirandés en Segunda División y el Deportivo responde con una oferta de renovación por cuatro años.

Trilli comienza la que debe ser la temporada de su confirmación, pero los problemas físicos siguen acompañándolo e impidiendo que se consolide como el lateral derecho titular del equipo. Todo se precipita con la destitución de Borja Jiménez y la llegada al banquillo de Óscar Cano.

Algunas de las decisiones del técnico granadino —su apuesta permanente por Antoñito e incluso la opción de colocar a Villares en su lugar en ausencia del sevillano en el partido contra Unionistas en Riazor a comienzos de enero— van haciendo mella en el joven y alimentando cierto sentimiento de marginación. Por ese motivo sus representantes plantean una supuesta oferta de la Real Sociedad en el mercado de invierno que hubiera representado un ingreso superior a los 200.000 euros que va a recibir ahora el Deportivo por parte del Barcelona y que fuentes conocedoras de la situación niegan.

Óscar Cano le traslada entonces que va a contar con más oportunidades, pero la participación del canterano sigue siendo escasa. La situación se vuelve irreversible cuando en el partido frente al Castilla en Riazor a mediados de marzo Antoñito se tiene que marchar lesionado y Trilli no entra en su lugar. El técnico es el principal señalado por la gestión de los minutos del canterano, también por algunas manifestaciones públicas inoportunas acerca de él y sus capacidades que lo colocaron en una posición comprometida a ojos de la afición, pero otras fuentes sugieren que hubiera contado más con él si se encontrara en las mejores condiciones para competir. El propio jugador reconoció su mal momento, provocado también por la marginación que sentía.

La llegada de De la Barrera

La destitución de Óscar Cano y el aterrizaje en el banquillo de Rubén de la Barrera cambió el panorama para Trilli, que fue titular en los dos últimos dos partidos de la temporada regular ante el Algeciras y el Pontevedra. La falta de ritmo de competición, sin embargo, le dejó a un lado en la eliminatoria del play off contra el Castellón y así se lo trasladó el propio entrenador coruñés, quien sin embargo le mostró su confianza para el futuro. El despido de De la Barrera y el fichaje de Paris Adot para el lateral derecho colocaron al canterano ante la necesidad de decidirse por una de las propuestas que le llegaron a pesar de un año en blanco y tras no tener noticias del Deportivo en las últimas semanas hasta la reunión con Soriano y el último intento a la desesperada de la nueva directiva.

Una baja más en la generación de campeones

La salida de Trilli rumbo al Barcelona representa una despedida más de los jugadores que se proclamaron campeones de España juveniles en 2021 a las órdenes de Óscar Gilsanz. El primero en abandonar el club, tan solo unos meses después de conquistar ese título en Marbella, fue Guille Bueno, que puso rumbo al Borussia Dortmund alemán. El verano pasado el que se marchó fue Noel López, que aceptaría una oferta del Real Madrid para jugar en su filial. El delantero de Silleda había subido directamente a la primera plantilla, al igual que Trilli, pero también declinó las ofertas de renovación del club. Yeremay es el otro de los representantes de los campeones juveniles que ha tenido hueco en el primer equipo. En breve se le unirá Dani Barcia, que esta temporada subirá desde el Fabril. Precisamente en el filial existe una nutrida representación de futbolistas que ganaron aquella Copa de Campeones y que durante la próxima temporada competirán en Segunda RFEF.