Entrevista | Lateral zurdo del Fabril

Iano Simão: "Me gustaría ayudar a otros niños de Guinea-Bisau a jugar al fútbol”

El lateral habla de sus planes futuros y su experiencia con la selección

“Es un sueño, de niño saltaba el muro del campo para entrar, ahora puedo estar con ellos”

Iano Simão posa en uno de los vestuarios de la Ciudad Deportiva de Abegondo. |  // CASTELEIRO / ROLLER AGENCIA

Iano Simão posa en uno de los vestuarios de la Ciudad Deportiva de Abegondo. | // CASTELEIRO / ROLLER AGENCIA / xane silveira

Xane Silveira

Xane Silveira

Es el dueño de la banda izquierda del Fabril. Su potencia y velocidad, un comodín para sus compañeros. Sin embargo, su edad es un impedimento para ascender al primer equipo. Iano Simão (Guinea-Bisau, 1999) cumple su tercera temporada bajo las órdenes de Óscar Gilsanz. Internacional con su país, mantiene su sueño de llegar a la élite intacto mientras se pone un nuevo objetivo a largo plazo: ayudar a otros niños a labrar su propio camino en el fútbol

¿Cómo está? Ya van siete encuentros, ¿se sienten adaptados?

Al principio nos costó un poco, pero ahora estamos perfectamente bien. Espero que podamos hacer una gran temporada. En cuanto a cambios, creo que nosotros estábamos acostumbrados a Tercera y ahora es un juego con más táctica. Hay equipos con mucha experiencia, acostumbrados a Segunda RFEF, pero nos hemos adaptado bien.

¿Óscar le pide algo distinto?

No, realmente no, nos pide lo mismo, al lateral que suba cuando pueda.

¿Le deja subir tranquilo o le riñe alguna vez?

No, no (se ríe). Me deja subir. Me dice que si tengo espacio que aproveche. Si tengo uno para uno soy fuerte y tengo que aprovechar para ayudar al equipo.

¿Está contento en A Coruña?

Sí, muy contento. Llevo tres años aquí. Al principio me costó la adaptación, pero ahora estoy muy contento. El vestuario es el mismo y eso me ayudó para adaptarme. Son buenos chicos y aquí estoy bien.

Pese a la lluvia y al frío...

Aquí en A Coruña llueve mucho y hace mucho frío. El primer año estaba... hacía demasiado frío. En Vigo no hacía tanto cuando jugaba en Redondela. No llovía ni hacía este frío.

Hace un mes estuvo con la selección. ¿Cómo fue la experiencia?

Es un sueño que tenía desde que era pequeño. Cuando era un niño iba al campo a ver a la selección y tenía que saltar un muro para poder entrar. Ahora puedo estar con ellos y eso me pone muy contento. No jugué, pero fui a Guinea, pude ver a mi madre y a mi familia después de muchos años sin ir. Ahora puedo viajar, pero antes no podía hacerlo porque no tenía los papeles arreglados. Ahora puedo ir y ver a mi familia.

¿Qué le dijo su madre?

Estaba muy contenta, hasta se puso a llorar. Después de cinco años... es mucho tiempo. Yo había hablado con ellos, pero poder estar ahí... es muy bonito.

¿Es la parte más dura del viaje del futbolista? ¿Estar siempre lejos?

La verdad es que es muy difícil. Estar sin tu familia, sin tus hermanos, sin tus amigos... cuando llegué a Portugal y salí de Guinea, lloraba todos los días. No estaba acostumbrado a la vida. Allí, en Guinea ibas por las tardes a una casa a otra, ves a tus amigos. Pero aquí era muy diferente. Llegas y no conoces a nadie. Ahora estoy adaptado. Aquí Davo me ayudó mucho, en Choco y en A Coruña. Es un gran amigo, hablamos siempre.

Antes me hablaba de la vida en Guinea, ¿cómo fueron sus inicios?

Allí es muy difícil jugar. Hay mucho talento, pero no hay oportunidades como aquí. Empecé con cinco años con amigos y organizamos un equipo. Después pasé a una academia y fui a un club, antes de Portugal.

¿Usted estaba convencido de que llegaría a ser futbolista?

Si te soy sincero, no. Hay muchos jugadores buenos. Pero cuando yo empecé a entrenar no vivía en la capital, vivía en el norte. Iba a Bissau a entrenar. Mis amigos me decían de quedar a tomar té por la tarde. Pero eso no era para mí, yo quería llegar a jugar en Europa. Iba y me centraba solo en entrenar. Ahora yo estoy aquí y ellos allí. Es muy difícil salir de África. Para conseguir una visa es muy complicado. Gracias a Dios ahora estoy jugando y ayudo a mi familia. Ojalá algún día tenga nivel para ayudar algo más. Allí hay mucho talento sin oportunidad.

¿Le gustaría poder algún día ayudar a los niños en Guinea a jugar al fútbol?

Sí, sí, ojalá pudiese tener la oportunidad de ayudar a otros niños a jugar al fútbol. Imagina, yo salí de allí con una edad muy alta [18]. Si me hubiese ido con 10 años quizás podría haber llegado a profesional. Pero salí tarde y me costó mucho adaptarme. Allí el fútbol es más físico y aquí es más técnico. Pero en Guinea es muy difícil poder jugar.