0-2 | Yeremay ejerce de líder para el Dépor

El joven canario fulmina al Rayo Majadahonda con dos goles y mantiene al Deportivo una jornada más a la cabeza de la clasificación

Yeremay celebra uno de sus goles al Rayo Majadahonda.

Yeremay celebra uno de sus goles al Rayo Majadahonda. / LOF

Marcos Otero

Marcos Otero

Todo ha ido a velocidad de vértigo para Yeremay, como su fútbol. De promesa ha pasado a realidad en apenas unos meses, convertido en referencia de todo un Deportivo incluso cuando faltan tótems como Lucas Pérez. En una exhibición de talento y personalidad, él solito despachó esta tarde al Rayo Majadahonda para devolver al equipo al camino de la victoria después de dos empates consecutivos y asegurar una jornada más el liderato. Su actuación aportó el brillo a un encuentro sobrio de los deportivistas, bendecidos por el despliegue de recursos de un futbolista que lo ilumina todo.

Todo fue previsible en el Deportivo en el arranque del partido. La alineación, el planteamiento, el juego… Lo imprevisible en el conjunto de Idiakez suele partir de jugadores concretos, los que aportan la dosis de atrevimiento necesario para convertir lo vulgar en extraordinario. En cuanto le falta alguno de ellos, el equipo se parece peligrosamente al que en la primera vuelta encadenó una decepción tras otra. En Majadahonda faltaban dos sobre los que se ha construido la remontada en la clasificación, así que la versión blanquiazul fue pobre al comienzo. Muy pobre si se atiende a que enfrente estaba el colista, un rival que en lo que va de campeonato apenas había ganado cuatro partidos.

No hubo sorpresas. Si Idiakez ha sido poco amigo de las innovaciones, no iba a serlo tampoco en el Cerro del Espino. Hugo Rama por el lesionado Lucas y Davo por Mella fueron los cambios del técnico para mantener lo más inalterable posible la estructura del equipo que desde comienzos de año ha ido escalando posiciones hasta colocarse al frente de la tabla. Ninguno de los dos, sin embargo, pueden replicar lo que aportan sus compañeros. Son diferentes y por lo tanto el Deportivo se pareció poco al que tenía acostumbrado.

José Ángel y Hugo Rama, durante una acción del partido ante el Rayo Majadahonda.

José Ángel y Hugo Rama, durante una acción del partido ante el Rayo Majadahonda. / LOF

El juego lo orientó hacia adentro, especialmente por la influencia de Hugo y la tendencia de Yeremay a asociarse con sus compañeros de una manera parecida a lo que suele hacerlo Lucas, pero le costó entrar en el partido. Cortés amenazó a los cuatro minutos luego de un error en un despeje de Pablo Martínez. El delantero del Rayo se aturulló cuando enfilaba el área con un compañero libre de marca en la izquierda y acabó encerrado entre varios jugadores blanquiazules. Respiró el Dépor, que sin embargo se llevaría otro susto más en ese arranque dubitativo.

Esta vez fue German Parreño el que se equivocó. El portero se lanzó a por un balón largo, pero no midió bien y se acabó viendo con el cuerpo fuera del área y la pelota en las manos. En lugar de echarla fuera la soltó y la dejó en los pies de Hervías. No acertó el jugador del Rayo, sin apenas ángulo, y salvó otro mal trago el conjunto de Idiakez.

Empezó a estirarse a partir de entonces el Dépor y a ganar presencia en campo contrario. Davo se pegó a la banda y encontró buenas situaciones para colocar centros. Uno estuvo a punto de embocarlo Barbero con un remate de primeras que se marchó por encima de la portería de Sarr. Sin alardes, el conjunto de Idiakez comenzó a inclinar el campo.

Faltaba sin embargo que apareciera ese componente diferencial de los jugadores que definen partidos atascados y sin un dominador claro. Ya había transcurrido media hora de partido y no había pasado demasiado. Hasta que apareció Yeremay por la banda izquierda, enfiló el área y en un amago un defensa lo derribó. Sin Lucas, el canterano agarró la pelota y tiró de personalidad. Marcó a lo panenka y colocó al Dépor por delante en un partido que hasta entonces no había sido nada cómodo.

Todo cambió a partir de entonces, porque la solvencia defensiva de los blanquiazules sirvió para que no hubiera apenas sobresaltos. Ayudó que el Rayo está en una situación tan delicada que cualquier golpe vale por tres. En la primera que tuvo, el Deportivo le golpeó. Eso le pesó demasiado y estuvo a punto de encajar otro poco antes del descanso.

De nuevo Davo, que mejora cuanto menos se complica en su fútbol, colocó un buen centro al área para la llegada de Barbero. El delantero volvió a estar impreciso y mandó el remate muy por encima de la portería. Hubiera sido prácticamente definitivo, pero el Rayo ganó una vida extra que de nuevo Yeremay se encargaría de quitarle poco después de volver de los vestuarios.

Balenziaga golpea el balón ante un jugador del Rayo Majadahonda.

Balenziaga golpea el balón ante un jugador del Rayo Majadahonda. / LOF

Habían transcurrido nueve minutos de la segunda mitad y el joven canterano canario se inventó un gol de esos que definen a los jugadores que no abundan. Recibió la pelota en la banda izquierda y buscó compañeros con los que asociarse para tirar la diagonal. Encontró a Barbero, que le brindó el apoyo para seguir la jugada de primeras. Hasta ahí llega lo reproducible, el juego que se puede programar. Todo lo demás parte de la imaginación y el talento. Primero se sacó de encima al borde del área al jugador que lo perseguía girando sobre sí mismo. Después con un amago tumbó al central que le salió al paso para colocar la pelota al palo largo del portero.

El gol demostró que el Deportivo tiene un diamante en bruto y que Yeremay posee la suficiente personalidad como para tomar la responsabilidad cuando faltan jugadores de referencia. Él ya lo es y quién sabe lo que hubiera sido de este Dépor si en Lugo en la segunda jornada del campeonato no se hubiera fracturado el peroné.

El gol neutralizó al Rayo Majadahonda por completo. Rubén López rozaría el tercero en un contragolpe conducido por el propio Yeremay. Cruzó demasiado su disparo el centrocampista de Silleda en una acción parecida a la que le permitió marcar contra el Celta Fortuna en Balaídos. Germán enmendaría en el tramo final su error del principio del partido para evitar que los madrileños recortaran distancias y dejar su portería a cero. Volvió a ganar así el Dépor, que seguirá una semana más de líder con Yeremay al frente.