La gasolina toca máximos desde noviembre en Galicia a las puertas del puente de agosto

Como ocurre todos los veranos, la demanda de carburantes aumenta y su coste también. La gasolina alcanzó ayer, a las puertas del puente de agosto, su precio más alto en Galicia desde hace nueve meses. Llenar ahora un depósito medio de 55 litros cuesta seis euros más que en mayo, cuando la cotización de los carburantes tocó fondo. Tampoco escapa a esta tendencia alcista el gasóleo, que registra el importe más elevado desde marzo.

Tras casi mes y medio al alza, los precios de los carburantes se han situado en Galicia —en pleno periodo vacacional— por encima de los que estaban vigentes la víspera de la invasión de Ucrania en marzo de 2022, aunque se mantienen por debajo de los que regían en agosto del año pasado. Pero si se considera el descuento que se aplicaba entonces al consumidor de 20 céntimos por litro por la bonificación que abonó el Gobierno entre el 1 de abril y el 31 de diciembre de 2022 para atenuar el impacto de la carestía energética, solo el gasoil cuesta hoy menos que hace doce meses.

El estallido de la guerra de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea, con la prohibición de importar petróleo y derivados, propiciaron una escalada sin precedentes del precio de los combustibles, que llegaron a tocar techo en junio del año pasado, cuando la gasolina 95 registró en Galicia un máximo de 2,189 euros y el gasóleo de 2,039. A partir de ahí, aunque con altibajos, se inició un paulatino descenso que se agudizó en el primer tramo de 2023 debido a la bajada de las cotizaciones internacionales de los productos refinados como consecuencia del enfriamiento de las economías internacionales.

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La tendencia, sin embargo, empezó a invertirse en mayo, coincidiendo con la decisión de la OPEP de reducir la producción de crudo, lo que ha llevado a una subida continuada, que está teniendo un impacto significativo en el actual periodo vacacional.

Hace nueve meses

Ayer, el precio medio de la gasolina en Galicia era de 1,707 euros el litro, por lo que habría que remontarse hasta finales noviembre del año pasado para encontrar un registro más alto, cuando alcanzó 1,711 euros. Es un 5,5% más que hace 30 días.

En comparación con agosto del pasado año, los precios actuales son más reducidos, ya que en aquel momento la gasolina se cotizaba a 1,841 euros y el gasóleo a 1,834. Con todo, hay que recordar que en esos momentos todavía estaba en vigor el bono aplicado por el Gobierno central, por lo que hay que restar 20 céntimos a estas cotizaciones.

Caso diferente es la comparativa con los importes de junio de 2022, que fue cuando los combustibles marcaron un precio nunca antes visto. Con la gasolina a 2,189 euros como media en Galicia, el descuento de 20 céntimos apenas representaba un ligero alivio y el litro rondaba los 2 euros tras la compensación del Gobierno. Hoy, el litro de gasolina —ya sin descuento— está casi 23 céntimos por debajo de lo que se pagaba entonces. El ahorro en un repostaje completo alcanza, de media, los 26 euros.

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El diésel, que en algunos momentos del año pasado llegó a superar el precio de la gasolina, hace meses que volvió a la tónica habitual y se mantiene por debajo, entre otras causas, por la menor fiscalidad que se aplica al carburante más usado por transportistas y otros profesionales.

En Galicia, donde el coste de la gasolina y el gasóleo supera la media nacional, el diésel marcó ayer como promedio los 1,6 euros por litro. En el último mes, se ha encarecido el 9,4%, 3,9 puntos más que la gasolina. Respecto al precio de hace un año —y una vez aplicado el descuento de 20 céntimos que estaba en vigor—, el litro está apenas un 2% más económico. Y en cuanto al coste máximo, que se alcanzó el 30 de junio del año pasado, el usuario economiza algo más de 31 céntimos, lo que en un repostaje completo representa un ahorro de 17 euros. Respecto a la víspera de la guerra, el diésel está 10 céntimos por encima.

El alza de los carburantes se enmarca en un escenario de encarecimiento del petróleo desde el mes de junio, que suma una trayectoria ascendente de más de 12 dólares, hasta los 86,79 por barril que marcó la referencia del Brent ayer, y se ven impulsados por el alza de la demanda de estos meses del año. Es previsible que mantengan la tónica ascendente, a juzgar por la trayectoria de precios que muestra el geoportal de hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica, que recoge el coste medio diario de los carburantes en las estaciones de servicio.

Quinta semana consecutiva de subidas

La gasolina y el diésel repuntaron en la primera semana de agosto a nivel nacional un 1,8% y un 3,4%, respectivamente, en su quinta semana consecutiva de subidas desde principios de julio, aunque su efecto es desigual según el producto. Así, mientras el precio de los viajes para los coches de gasolina es más caro que el año pasado, cuando todavía estaba vigente el descuento de 20 céntimos por litro de carburante, en el caso del diésel ocurre lo contrario, según confirma el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE) publicado ayer. Esta estadística recoge los datos de más de 11.400 estaciones de servicio en España entre el 1 y el 7 de agosto, cuando el precio medio de la gasolina se situó en 1,680 euros el litro, mientras que el gasóleo costó casi 1,553 euros. En el caso de la gasolina el incremento lleva al precio del repostaje por encima del nivel en el que se situaba en el mismo periodo del año anterior. El precio medio en la primera semana de agosto de 2022 fue de 1,860 euros por litro, que al descontar los 20 céntimos se convertirían en 1,66 euros por litro, por debajo del precio actual. De esta forma, llenar un depósito de 50 litros entonces suponía una factura de 83 euros, un euro menos que los 84 de ahora. El caso del diésel es diferente. El precio de 1,553 euros por litro es el más alto desde los 1,546 euros por litro que marcó a finales del pasado marzo, pero se sitúa lejos de los precios de hace un año, incluso con descuento. Entonces, los precios de este producto se dispararon por las tensiones por el veto europeo a la importación de diésel ruso.

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