Las llamas calcinaron el año pasado poco más de 2.00 hectáreas en Galicia. Se trata de la menor extensión afectada por los incendios forestales desde los años 2004 y 2005, que superaron las 10.000 hectáreas reducidas a cenizas. El año pasado, los agentes de la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a Galicia practicaron arrestos en más de medio centenar de ayuntamientos gallegos. Entre los municipios con más incendiarios detenidos destaca Dozón, en Pontevedra, con un total de cuatro, todos por provocar de manera intencionada las llamas. Con tres arrestos durante 2014 hay varios municipios en la lista de la Policía Autonómica: Cabana de Bergantiños, Boqueixón o Padrón, bien por negligencia o escape de la quema.

Entre enero y abril de este año, el número de incendiarios detenidos asciende a 13. Ribeira y Fisterra, en la provincia de A Coruña, junto con Dozón y Vila de Cruces, de Pontevedra, son algunas de las localidades en las que se practicaron los arrestos; así como en los municipios ourensanos de Sandiás o A Peroxa y en los lucenses de Sarria o Quiroga.