El director xeral de Ordenación Forestal de la Xunta Tomás Fernández-Couto, admite que el tope que se ha puesto la Xunta este año en relación a la lucha contra los incendios forestales -559 fuegos y 15.000 hectáreas- es "muy ambicioso". No obstante, ha asegurado que, aunque "va a ser difícil", no van a "dejar de intentarlo".

En una entrevista a RNE, Fernández-Couto defendió que el operativo contra incendios para este año es "adecuado a la realidad", es decir, a "un nivel medio-alto de incidencia". "Estamos luchando contra una actividad delictiva, que es muy alta y se dispara en condiciones extremas", advirtió en relación a los incendios provocados.

Sobre la legislación forestal gallega, considera que es "adecuada y muy específica" pero, no obstante, admite que "hay incumplimiento". "Hay una inspección sancionadora detrás, pero debería haber más", setenció. Las dos cuestiones que dificultan la acción del operativo contra incendios son las "plantaciones ilegales" y la ausencia de distancias entre las plantaciones y el resto del entorno.

En condiciones extremas, según destacó, el operativo tiene que hacer frente cada día a "60, 80, 100 o 120 fuegos", y algunos se complican debido a las "condiciones atmosféricas", al "combustible en el monte" y porque hay veces que hay que "atajar varios fuegos al mismo tiempo".

Preguntado por el nivel de riesgo en el que se encuentra Galicia actualmente, apuntó que se trata de un nivel "moderado", salvo algún caso en el "sureste de Galicia", cerca de Castilla y León.