Localizar este año a la protagonista de los magostos ha sido tarea reservada solo a los más rápidos. Había poca, a pesar de ser Ourense una de las provincias que concentra la mayor producción de España -cerca del 30%- y, aunque los precios han superado su media habitual, la tradición y el gusto por este fruto ha limpiado las estanterías de los supermercados antes de que muchos pudiesen reaccionar.

Las condiciones meteorológicas adversas durante este año, que ha traído periodos prolongados de sequía, granizo y heladas a destiempo, han jugado en contra de la castaña, por lo que su cosecha se ha reducido a la mitad con respecto al año pasado.

En concellos como el de A Gudiña, su alcalde, José María Lago, estima que las pérdidas en la cosecha podrían llegar a ser de un 70%. "El año ha sido muy malo", asevera el regidor. "Las condiciones meteorológicas han sido nefastas. El excesivo calor ha contribuido a la proliferación de insectos dentro del fruto, lo que ha derivado en un fruto bichoso y de mala calidad", explica. Además de la poca cantidad como consecuencia de las heladas de abril, del granizo de agosto y de la sequía generalizada, la castaña que se ha recolectado no cumple los mínimos de calidad.

Y aunque, según explica José María Lago, "no hay gente que se dedique en exclusiva a la recolección de castaña, sí supone un complemento importante para las familias de la provincia". Esta reducción en la producción, y por lo tanto en los ingresos, provocarán sin duda una pérdida de poder adquisitivo que tendrá un efecto rebote en el comercio local y comarcal.

"Se van a resentir mucho los negocios porque los vecinos se van a ver mucho más ahogados, por ejemplo, y de manera más inminente, las compras de Navidad, que no podrán ser tan generosas como en un buen año", lamenta el alcalde.

En el concello de Riós, capital por excelencia de este fruto seco en la provincia, donde el 99 % de los vecinos tiene soutos en producción, su alcalde, Francisco Veiga calculaba la caída con respecto al año pasado en, al menos, un 50% menos. "Es época de vacas muy flacas. Va a ser un año muy duro en la comarca porque las malas condiciones meteorológicas han afectado a los tres productos clave: la castaña, las setas y el vino, que son las principales fuentes de ingresos de la zona", indica el regidor del municipio de Riós.

La castaña representa un complemento básico en la economía de muchas familias de la zona, sobre todo para los jubilados que con esta aportación pueden llegar a redondear un poco sus modestas pensiones. Pero este año "apenas han apañado suficientes para hacer el magosto", ironizó.