El c aso Paula Quinteiro sigue abierto a pesar de la consulta a las bases de En Marea, que ha ido más allá de su altercado con la Policía y ha evidenciado la quiebra interna en el partido que lidera la oposición. La diputada desoye a los casi 800 militantes que le pidieron que renunciase a su acta, el 85% de los participantes en una consulta con un 40% de participación. Ante su negativa, la dirección de la formación no aclara qué decisión tomará. "La única medida es apelar a la propia responsabilidad", respondió ayer su portavoz, Luís Villares, sobre los pasos a dar a partir de ahora.

Es el mismo planteamiento que mostró el exmagistrado cuando tomó partido en la polémica y anunció una consulta a las bases si su compañera no dimitía tras haber exhibido su carné parlamentario en una discusión con la Policía Local de Santiago que no se tradujo en denuncia alguna.

Ese referéndum interno no es vinculante, por lo que sirve de refuerzo para la dirección capitaneada por Villares y aumenta la presión sobre Quinteiro, que esgrime el 60% de abstención como un aval a su continuidad y tilda de "fracaso" una consulta que logró más participación que la relativa a la moción de censura planteada por el grupo confederal de Unidos Podemos -en que se enmarca la coalición En Marea- el año pasado: 928 frente a 763.

Villares participó ayer en unas jornadas organizadas por su formación sobre incendios con el objetivo de "levantar la censura y la mordaza" que marcó la comisión parlamentaria de los incendios forestales, en la que el PP vetó 60 de sus 70 propuestas de comparecencias. La prensa insistió en preguntar, sin embargo, qué medidas se tomarán desde En Marea en relación a Paula Quinteiro.

El dirigente se limitó a decir que "ya hablará la coordinadora", sin concretar si, por ejemplo, firmaría la expulsión de la parlamentaria al grupo mixto, lo que haría perder a En Marea la condición de líder de los grupos de la oposición en beneficio del PSdeG y sería una medida en contra de la amplia mayoría del grupo parlamentario de la formación que lidera Luís Villares.

Aun así, quiso diferenciar los procesos "transparentes" que afronta En Marea frente a la "opacidad del PP". "No quieren decir quién les pasa las fotos de Marcial Dorado ni decir dónde están las cartas de encargo a KPMG (sobre la auditoría de la fusión de las cajas de ahorro)", dijo.

El PP apunta al portavoz

Los populares sí se refirieron al caso Quinteiro en plena tormenta por la primera sentencia de la trama Gürtel. "Villares ya demostró no tener autoridad para hacer cumplir sus mandatos dentro de su grupo y ahora va a demostrar no tener autoridad ni para hacer cumplir los mandatos de su militancia", indicó el secretario xeral el PP, Miguel Terrado. "Si no lo hace, no le quedará más remedio que ser él quien deje su escaño", añadió.

También señaló al PP como alternativa a la "parálisis" de las ciudades -si bien Ourense es la única que gobierna y la única sin presupuestos aprobados- y la "tiranía camorrista" del socialista Abel Caballero en Vigo, única mayoría absoluta urbana.