Ha sido (y es) una institución en en la televisión en Galicia. Insigne home do tempo, como eligió llamarse Santiago Pemán (Santiago, 1936), antes fue piloto de aviación civil y ahora, aficionado a la meteorología... ya jubilado. Aunque desde enero está desvinculado de la TVG que lo catapultó a la fama gracias a sus frases sobre el tiempo y esa personal forma de afrontar las predicciones, su mente sigue con las nubes. Las lecturas sobre refranes meteorológicos desde la Edad Media y la observación del cielo lo mantienen ocupado a diario. Nunca ha sido -reconoce Pemán- persona de ajustarse a horarios fijos.

- ¿A qué se dedica Pemán?

-Sigo como siempre, mirando hacia las nubes.

- ¿Tiene aparatos para la observación?

-Siempre miro las nubes, tomo la presión y otros datos. Ahora lo que miro es algún mapa meteorológico en internet. Nada impide que mires por la ventana y digas: ¡va a pasar esto! Es inevitable.

- ¿Cómo es un día cualquiera en su vida?

-Estoy leyendo libros antiguos. Me gusta el mundo de los refranes meteorólogicos; no deja de ser el internet de la Edad Media. Antes la gente observaba y anotaba. Ahora, en un alto porcentaje, esos pronósticos siguen estando vigentes.

- ¿Alguno para estos días?

-Uno de los que hay para agosto dice: En agosto, frío al rostro. El porqué está en unos días de agosto como estos primeros días del mes que hay 37 o 38 grados; hace mucho calor en Galicia. El refrán dice que, ante ese calor, hay que llevar frío al rostro ya sea con un abanico... o con un más moderno ventilador.

- ¿A qué se debe el tiempo tan anómalo de este verano?

-Hay ciclos, que pueden durar 100 o 50 años. Pero la gente vive a mucha velocidad... y hay mucha ansiedad. Ahora, en cuanto empiecen a venir unos días de calor, se comenzará a escuchar lo de "ya podía llover un poco".

- ¿No contempla recopilar en un libro todos esos saberes?

-No, sufro degeneración macular y la verdad es que me cuesta mucho leer y escribir también.

- ¿Qué caminos le llevaron a ese sector?

-Me hice piloto de aviación civil en 1953. Me dieron el título en 1955 y en esos días, además de enseñarte a volar, te instruían sobre los tipos de nubes para que supieras lo que podías encontrarte. Ahí empezó mi afición: a mí lo de volar siempre me había apasionado, pero tuve otro compañero piloto que era meteorólogo y me descubrió ese mundo que me gustó mucho. De hecho, nada más recibir el título me llamaron del servicio militar pero, al volver licenciado ya me dediqué a la Meteorología. Primero en el aeropuerto de Santiago, luego en aviación civil.

- Nunca trabajó profesionalmente como piloto, entonces.

-Me gustaba volar, pero no tener que hacerlo de forma fija.

- Ha trabajado en radio y televisión ¿Lo siguen parando por la calle para pedirle previsiones?

-La gente es muy cariñosa y educada y trato de corresponderles. Aclaro que yo no soy meteorólogo, porque para ello hay que haber aprobado una oposición a la Agencia Estatal de Meteorología, sino home do tempo.

- ¿Cómo le gustaría que acabara esta conversación?

-Isto é todo. Boas noites. Ata mañá.