Proteger la calidad diferenciada, apostar por la investigación y la innovación que permitan el desarrollo de nuevos productos agroalimentarios y fomentar la formación en este ámbito. Son los tres objetivos con los que nació este verano la Axencia Galega de Calidade Alimentaria (Agacal), organismo dependiente de la Consellería de Medio Rural, y que comparten productores y empresarios. El director de la Agacal, Manuel Rodríguez, aborda en un debate en este diario con representantes de sectores como el vino, el café, el lácteo o la producción ecológica el camino a seguir en estas tres líneas, además de la importancia de mejorar la comunicación y superar "estereotipos" para vender la calidad de los productos gallegos en el exterior.

- ¿ De qué forma la apuesta por la calidad de los productos permite obtener buenos resultados empresariales?

- Juan A. Vázquez Gancedo: Todo el mundo vincula los productos gallegos con la calidad. En los últimos años ha surgido en todos los sectores una nueva generación de jóvenes más preparados con pequeñas empresas capaces de innovar y hacer que sus productos de calidad respondan a las necesidades de los consumidores. En este proceso, la Administración pone la estructura con las denominaciones de origen y otros sellos de calidad para certificar y apoyar a las empresas que innovan e internacionalizan. Eso está dando sus resultados y tenemos muchos ejemplos de éxito.

- José Luis Antuña: En Galicia la calidad de leche es excelente y en 2011 la Consellería de Medio Rural la reforzó aún más lanzando el sello Galega 100% que mejora los estándares de calidad europeos. Tenemos una calidad diferenciada en la mayoría de ganaderías y un peso relevante en la producción láctea. Galicia es la novena región productora de leche en Europa y si somos exportadores tenemos que tener peculiaridades que nos distingan del resto de mercados. Cooperativas Lácteas Unidas (CLUN), que se constituyó en enero del año pasado y surgió de la unión de Feiraco, Melisanto y Os Irmandiños, nació con la vocación de garantizar a los socios la sostenibilidad. Por eso, se invierte mucho en asesorarles sobre modelos eficientes con costes que permitan competir y acerca de forrajes de mayor calidad. El futuro del lácteo en Galicia tiene, por tanto, mucho que ver con la calidad y la competitividad. En 2008 desarrollamos en Feiraco la leche Únicla, una leche diferenciada en la que a través de la alimentación animal se pueden modificar los perfiles grasos del producto. Todo el proceso desde los suministros de pienso y forrajes, la siembra o el abono de los pastos hasta la comercialización si se basa en la calidad es un valor añadido muy importante.

- Ramón Alonso: Desde la crisis el consumidor selecciona más sus hábitos de consumo y a cambio demanda calidad. Está dispuesto a gastar más pero en menos ocasiones. Galicia es un buen apellido para vender calidad pero no es suficiente. Hace falta un buen nombre y ahí es donde las empresas tienen que entrar con nuevos y mejores productos y servicios. Es decir, en vender calidad. Desde hace tiempo apostamos por unos orígenes, servicios y formación de calidad y nos da resultado. El consumidor final lo reconoce. Pese a que no tenemos contacto directo con el cliente porque el hostelero es el intermediario estamos logrando esa comunicación directa a través de la calidad.

- Francisco López Valladares: El Craega se fundó hace 21 años. Empezó con media docena de productores que decidieron embarcarse en esta aventura y se ha convertido en un sector que creció más del 20% durante la crisis hasta llegar a máximo histórico el año pasado con un repunte del 42%. Ya cuenta con 1.067 operadores, 32.000 hectáreas certificadas y un volumen de negocio de 59,2 millones de euros. Y en el primer semestre de este año ya se han certificado un millar de hectáreas más. Somos un consello regulador complejo por la diversidad de productos que existen en zonas dispersas y nuestro perfil son agricultores pequeños a los que ayudamos para que puedan obtener una certificación. Además, queremos iniciar un proyecto para empezar a educar desde abajo con acciones divulgativas en los centros educativos. No puede ser que los niños no sepan de dónde procede la leche del cartón. Concienciar a la población adulta para que empiece a consumir productos ecológicos es más difícil y por eso hay que trabajar entre los más pequeños para que sepan que con este sistema también se cuida el medio ambiente. Si poco a poco reducimos el daño a la naturaleza nos va a compensar en el futuro.

- Manuel Rodríguez: En Galicia la investigación y la formación han estado juntas en la Administración pero se mantenía aparte la calidad diferenciada. Agacal nace para darle una coherencia a estas tres partes: no se puede entender la calidad sin la investigación y sin la formación de operadores y consumidores. La sociedad gallega no es consciente del rural que tiene. Galicia puede competir en cantidad con muy pocos productos y la única manera de hacerlo es con la calidad diferenciada. Eso se logra con iniciativa empresarial y con el apoyo de la Administración en proyectos de investigación y ayudando a que esas iniciativas sean competitivas.

- ¿Cómo se logra compaginar la investigación y la innovación en un rural gallego que se vincula con lo artesanal y tradicional?

- J. A. Vázquez: Al consumidor le hablas de productos gallegos y lo asocia a calidad y a lo saludable porque cada vez se preocupa y se informa más de lo que come. Y se dice, por ejemplo: ya que puedo beber poco vino que sea del bueno. Ahí Galicia tiene grandes fortalezas porque tenemos buenos productos y sellos de calidad. Pero algunos intentan aprovechar esta circunstancia para inventar otras categorías en base a los conceptos de lo tradicional o lo natural para reposicionar y descalificar al resto. Contra todos los productos sin etiqueta tenemos que luchar y para eso está la Agacal.

- M. Rodríguez: Los sellos de calidad no son una etiqueta más. Son una garantía de que lo que contiene ese envase es lo que pone ahí y que además está producido en Galicia por un agricultor al que hay que apoyar. Estas contracorrientes que defienden la no etiqueta y la no existencia de controles hacen más daño de lo creemos. La sociedad tiene una deuda con el rural que quiere. La gente tiene libertad para escoger pero eligiendo se posiciona.

- ¿Cómo hay que innovar en la industria agroalimentaria?

- J. L. Ant uña: En un sector bastante banal como el lácteo cuando hay innovación y se crea marca existe un producto diferenciado al margen de los excedentes que marcan los vaivenes de precios a nivel mundial. Cuando salimos a vender nuestros productos nos encontramos con otros países sin reglamentaciones tan rigurosas donde todo lo blanco y en botella es leche. Tenemos que añadir más valor a nuestros productos a través de la innovación. Deberíamos tomar ejemplo de otros países donde existen clúster de investigación con todos los centros tecnológicos del sector. Trabajamos con todos los centros y universidades de la comunidad pero son innovaciones fraccionadas y tenemos que verlo en conjunto con pasos que añadan un valor constante. Necesitamos tejido industrial que transforme aquí la leche, lo que repercutirá de forma positiva en el precio.

- R. Alonso: En el mundo del café aprendí que si tú no defiendes tu producto nadie lo va a hacer por ti. En la última década la percepción que el consumidor tiene del café mejoró y lo logró la industria. Tenemos que vender nuestro producto y nuestra calidad. Hay dos tipos de innovación. Una es la tecnológica, que a las empresas se nos escapa a no ser que trabajemos con ciertas instituciones. En Cafés Candelas lo hicimos colaborando el año pasado con el Aula de Productos Lácteos de la Universidad de Santiago y fruto de esa investigación lanzamos Ébo Sin Lactosa, un producto saludable con un 0% de materia grasa. El otro tipo de innovación que sí está al alcance de todos es la empresarial, basada en producir algo nuevo que ya existe pero con nuestro toque.

- F. López: En Galicia se perdieron las semillas autóctonas. Ese tomate que sabía a tomate aunque ahora se produzca en ecológico ya no tiene el olor y sabor de antes porque ha sido muy modificado. El productor necesita un banco de semillas en ecológico y, en general, que la Administración nos preste servicios y herramientas para trabajar. Tampoco contamos con un laboratorio certificado en Galicia y tenemos que pagar los costes de transporte de las analíticas a Andalucía. Para un agricultor pequeño es inviable cumplir todos los trámites que se exigen, por lo que a veces desisten.

- M. Rodríguez: Agacal nace para integrar los centros de la comunidad. Galicia tiene ocho centros de investigación y seis de formación con sus fincas de ensayos. A la hora de crear ese gran clúster de la investigación agroalimentaria tiene que existir esa corresponsabilidad. Apostemos todos por él porque aunque la Administración tenga su papel hay una gran red a disposición de la industria que está desaprovechada.

- J. A. Vázquez: En los Premios Galicia Alimentación del Clúster Alimentario de Galicia cada año tenemos más candidatos, desde proyectos como Cafés Candelas hasta empresas pequeñas que nacen de las universidades. Uno de los ejemplos es Quescrem, que surgió del aula láctea y hoy es una empresa de éxito que exporta a todo el mundo con productos diferenciados. Casa Grande de Xanceda, otro de los premiados, fomenta el estilo de vida agrario que hemos desnotado durante mucho tiempo, sobre todo durante la crisis. Sin embargo, hoy hay una nueva generación de jóvenes que se sienten orgullosos de ser agricultores y lo consideran un estilo de vida positivo y a la moda. En esa idea de clúster de investigación no usamos ni la mitad de los recursos que se nos brindan. Somos los empresarios los que tendremos que tomar la iniciativa y sentarnos con la Administración para informarnos.

- J. L. Antuña: Si no tienes prestigio social es difícil que las nuevas generaciones quieran continuar con la actividad. Los titulares informativos se centran en la caída de los precios o la ruina de los ganaderos. No existe tal ruina porque los más eficientes crecen y tienen una buena calidad de vida. Cuando los ganaderos se agrupan en modelos empresariales como las sociedades agrarias de transformación logran rentabilidad y son esos casos los que tratamos de poner como ejemplo, pero parece que no lo comunicamos bien y no logramos que lleguen a la sociedad.

- M. Rodríguez: La imagen que se transmite del sector es el estereotipo de un productor mayor de una explotación pequeña en una situación de exclusión. No suelen salir las empresas punteras que desarrollan productos innovadores.

- R Alonso: No solo tienes que ser bueno sino aparentarlo. En el futuro de la industria agroalimentaria tienen que ir de la mano la Administración, las empresas y las universidades. Pero todo eso no vale de nada si no somos capaces de comunicarlo. Hay que invertir en esa cuarta pata para comunicar lo que somos. Si no nos encargamos de poner en valor las noticias que nos interesan venderán más los estereotipos. Por eso, también tenemos que ser corresponsables en este tema.

- J. A. Vázquez: Lo hemos vendido mal porque si hay ganas se puede vivir bien en el rural y hay medios de la Administración para poner proyectos en marcha. Pero ser agricultor aún se ve como un fracaso.

- ¿La unión en este sector permite ser más competitivo?

- J. L. Antuña: Debemos evolucionar en modelos de asociacionismo. En Galicia si no existiese tanta dispersión y se agrupasen los ganaderos en organizaciones de productores se podría negociar el precio del producto al alza.

- M. Rodríguez: No podemos vivir en el frentismo. No me creo que la gente en el rural gallego no tiene información. El que no está asociado es porque quiere. Basta con abrir los ojos y mirar alrededor.

- ¿Con qué estrategias se pueden vencer esos estereotipos y darse a conocer en el exterior?

- J. A. Vázquez: La internacionalización es uno de los pilares del Clúster Alimentario de Galicia. Cuando los empresarios del mundo del vino acudimos a las ferias de forma individual no vendemos ni la primera botella. Si nos unimos en misiones comerciales con recursos de distintas administraciones es más fácil que nos reciban grandes empresarios en otros países.

- R. Alonso: Hay dos formas de salir fuera. La primera es copiando el modelo de éxito de los mercados a los que vamos y la segunda, analizando las deficiencias del sector en esas zonas e intentar hacer un producto más fuerte que los de nuestra competencia allí.

-J. L. Antuña: El apoyo institucional es fundamental porque te reciben de otra forma. Desde la desaparición de las cuotas lácteas nos vimos obligados a ofrecerles a nuestros socios mercados exteriores donde vender sus productos y ya tenemos un departamento de mercado exterior con objetivos que repercuten en los resultados de la empresa. El futuro está en el exterior, sobre todo en los mercados emergentes y en los países con renta para demandar productos de valor.

- F. López: Desde Craega participamos ferias internacionales de promoción con ayuda de la Administración. Los productores que van repiten y piden espacio para la siguiente edición. Galicia cada vez tiene más representación. Casi con un año de antelación hay que contratar el espacio y adelantar parte del dinero. Esta promoción es clave para dar a conocer nuestra producción fuera.

- M. Rodríguez: La obligación de la Administración es ser el paraguas para que los productores puedan posicionarse en el mercado manteniendo sus peculiaridades. Hay que aprovechar la buena imagen y el prestigio de los productos gallegos para abrigar a todos los productos con sello de calidad y promocionarlos.