Tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, se puso freno a la costumbre de hacerse con una vivienda en propiedad y, en consecuencia, el boom de los arrendamientos ha convertido en una misión casi imposible encontrar casa en algunas ciudades. En los últimos años los precios se dispararon en zonas como Madrid, Barcelona o Mallorca y son cada vez menos los inmuebles disponibles. Galicia no es ajena al déficit de pisos en alquiler ofertados por inmobiliarias o en páginas web ni tampoco al repunte de precios. Este aumento de las tarifas y la merma de vivienda libre de los que alertó en el arranque del año el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) no ha hecho más que agravarse en los últimos meses. En la Comisión de Economía celebrada ayer, el director del IGVS, Heriberto García Porto, reconoció "problemas puntuales de aumentos del alquiler", principalmente en las grades ciudades.

Ante este escenario, recordó los programas de ayudas impulsados por la Xunta y llamó a los ayuntamientos a colaborar. Para Porto la actitud de algunos gobiernos locales que no se han sumado al programa e viviendas vacías "resulta incompresible". El balance habla por sí solo: de los 53 concellos participantes, solo hay 16 viviendas adheridas, siete de ellas adjudicadas.

En respuesta a la diputada de En Marea Julia Torregosa, que alertó de la "especulación inmobiliaria" en la comunidad y cifró en un 20% de los ingresos por hogar que en Galicia se destinan al pago de la vivienda, el director del IGVS vinculó los "problemas puntuales" de incrementos en algunas urbes a la "confluencia de usos, sobre todo los turísticos".

Rentabilidad

La opción de los arrendamientos vacacionales tiene cada vez más adeptos debido a la rentabilidad mayor que pueden obtener sus propietarios. Desde el sector inmobiliario apuntan que comprar para invertir en una vivienda turística tiene unas rentabilidades muy altas, entre un 10 y 12%, lo que supone entre dos y tres veces más que el arrendamiento tradicional (4%).

El director del IGVS argumentó que debido a la "brutal crisis del sector inmobiliario se incorporaron menos viviendas nuevas al merco del alquiler en la comunidad. En todo caso, detalló que mientras el "esfuerzo de los hogares gallegos para el alquiler "se mantiene" con "aumentos puntuales" en algunas ciudades, y más aún, "dentro de zonas concretas", en el caso de la compra de vivienda se redujo en los últimos diez años.