Galicia está marcado como uno de los destinos favoritos para pasar las vacaciones de verano, algún puente o una escapada de fin de semana. Con casi 4,8 millones de visitantes y 10,2 millones de pernoctaciones, el sector turístico gallego cerró 2018 con el segundo mejor resultado en ocupación y con un crecimiento de la estancia media de los visitantes (3%) así como de los ingresos (2,3%) y de la rentabilidad (casi un 3% frente al 1,6% de la media nacional). ¿El resultado? Una recaudación que ronda los 295 millones de euros. Este balance confirma la tendencia al alza de un sector que ha asentado a Galicia como un destino cada vez más competitivo y de mayor calidad, lo que le ha permitido un aumento de la demanda del 27% en los últimos cinco años, con especial tirón de los visitantes extranjeros (44%), y un crecimiento de las reservas en temporada baja, uno de los retos que se fijaban los empresarios hoteleros. La ocupación en los meses de otoño e invierno, en los que muchos establecimientos se veían obligados hace años a cerrar para evitar que las pérdidas engullesen los ingresos de los meses que colgaban el cartel de "lleno", aumentó el año pasado un 8,2%.

"Nuestra estrategia de desestacionalización funciona", destacó ayer el conselleiro de Cutura e Turismo, Román Rodríguez, durante la presentación de los resultados del sector turístico. Este repunte de la ocupación durante los meses con menos tirón propició que la temporada media-baja suponga ya más del 63% de la demanda frente al 36,6% de la temporada alta. O lo que es lo mismo, seis de cada diez turistas que eligen Galicia como destino lo hacen fuera de los meses centrales del verano, lo que -según apuntó Rodríguez- permite "estabilizar" el empleo y demuestra que los productos que ofrecer más allá de sol y playa "están funcionando".

AVE y Xacobeo

Con la vista puesta en nuevas "oportunidades" para el sector turístico, el conselleiro situó la llegada del AVE a Galicia, previsto para 2020, y la celebración del Xacobeo 2021. Hasta entonces, la Xunta confía en mantener el crecimiento "exponencial" en la llegada de turistas a la comunidad. De los casi 4,8 millones de visitantes registrados el año pasado, 2,1 eran nacionales -1,4 de ellos residentes en otros municipios gallegos- y 1,3 millones extranjeros que llegaron desde más de 180 países.

"Estos resultados no serían posibles sin la intensa colaboración público-privada mantenida en los últimos años y, sobre todo, sin el esfuerzo de los profesionales del sector", destacó el conselleiro de Cultura e Turismo durante la presentación del balance de 2018.

Entre los principales lugares de procedencia del turista de fuera destacan Portugal -país del que llegan la quinta parte de los visitantes-, Alemania, Estados Unidos, Italia, Francia, Reino Unido, Irlanda o los Países Bajos. Y del ámbito nacional, la mayoría de los que fijan su destino vacacional en la comunidad gallega viajan desde Madrid, Castilla y León, Andalucía, Cataluña, País Vasco y Valencia

Los resultados de ocupación del año pasado han colocado a Galicia en el octavo destino turístico del conjunto nacional, con un incremento durante los últimos cinco años de casi un 30%. En el caso del turismo rural, la demanda en este lustro se disparó casi un 70%. Aunque el aumento fue generalizado, destaca el avance del turismo internacional, con un repunte del 44%.

En cuanto al tipo de alojamiento, los establecimientos hoteleros captaron el año pasado casi el 70% de la demanda. Y el Camino de Santiago tuvo un gran tirón con más de 327.000 compostelanas selladas, un 8,6% más que el ejercicio anterior.

Este año, según avanzó el conselleiro, será "tremendamente esperanzador" para el turismo en Galicia, una actividad que genera el 10% del PIB en la comunidad y el 11% del empleo. "Y va a seguir creciendo en turistas, ventas y resultados", pronosticó Rodríguez.

Pese a "incomodidades puntuales", el conselleiro negó que haya riesgo de masificación turística en la a comunidad o "turismofobia" como en otros destinos. Galicia, según destacó, apuesta por el turista "respetuoso y familiar" frente al que busca "tirarse por el balcón".