Cuarenta y ocho horas después del paso virulento de la borrasca Fabien por Galicia, unos 4.200 vecinos de Lugo y Ourense aún padecen las consecuencias de los apagones que dejó tras de sí. La evaluación de daños continúa en los centros escolares, donde se acometerán obras urgentes para empezar el curso con normalidad tras el parón navideño. Y en Santiago, se analiza el estado de los muros de la ciudad, después de que el derrumbe de uno de ellos ocasionase la muerte a un vecino.

A primera hora de ayer, según fuentes de Naturgy, 3.500 hogares de Ourense y 700 de Lugo, permanecían con el servicio eléctrico interrumpido. Alrededor de 600 personas movilizó la empresa eléctrica en Galicia para dar respuesta a todas las incidencias, la mayor parte provocadas por la caída de árboles, ramas y cortezas sobre las líneas.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, por su parte, confirmó ayer que el Gobierno aprovechará el parón navideño para acometer "obras rápidas y urgentes" en los centros escolares afectados por la fuerte borrasca. Tras una rápida evaluación, se han iniciado las actuaciones en el IES Castro de Baronceli en Verín donde la cubierta resultó arrancada por el viento.

La supervisión de daños se extenderá, tal y como confirmó Núñez Feijóo, tanto al sector de la agricultura como al de bienes y servicios de titularidad pública. Además de los colegios, se incluyen en este grupo centros de salud, carreteras y puertos.

En las carreteras autonómicas, el 97% de los 300 incidentes por el temporal están resueltos.

En Santiago, tras el derrumbe mortal de un muro en la Costiña do Monte, en el que falleció un vecino, el Ayuntamiento supervisa el estado de las paredes de la ciudad. El alcalde, el socialista Xosé Antonio Sánchez Bugallo, indicó que la mayor preocupación se cierne sobre los muros de la zona del Pombal y del parque de San Domingos de Bonaval, que presentan "riesgos potenciales". Otras cuatro estructuras de titularidad privada (dos de la Iglesia y otras dos de particulares) están especialmente afectadas.

Desde el BNG, la portavoz nacional Ana Pontón, reclamó ayer medidas que contribuyan a paliar el efecto y los daños causados por los temporales. Dijo que han sido más de 60.000 las personas afectadas por los cortes de luz, una cifra que " deja ante la vista el mal servicio que prestan las compañías", añadió.