La provincia de Ourense repite como fortín del PP donde los demás partidos tienen muy complicado meter el ariete para abrir brecha. Los populares conseguirían el 55% de los votos, el mejor resultado del PP en las circunscripciones gallegas y también de cualquier otra formación. Serían 2,3 puntos más que los obtenidos hace cuatro años, aunque esta ganancia no le reportaría más escaños al feudo de José Manuel Baltar, que repetiría el mismo número de asientos en el Parlamento: nueve. Y esto sería así aunque el nivel de fidelidad del PP en esta provincia es el más bajo de las cuatro, del 75,6%, que lo compensaría, según la encuesta de Gesop, con un destacado trasvase de votos procedentes del BNG -hasta el 20% de los que apoyaron a los nacionalistas en 2016-, y del PSOE, del 8,6%.

La alianza de Baltar con Democracia Ourensana -rivales irreconciliables en el pasado- para repartirse el poder tras las elecciones municipales del año 2019, dejando la Diputación para el PP y el Concello de la capital para DO, parece no haber hecho mella en la base electoral popular.

El PSOE, por su parte, repetiría resultado, aunque con la opción de ganar uno más y ponerse finalmente con tres. Y el Bloque se movería en una horquilla de entre dos y tres diputados, frente al único representante conseguido en la cita con las urnas hace cuatro años.

La subida de ambos partidos se haría también en esta provincia a costa de los sucesores de En Marea, que se quedarían en blanco en esta circunscripción tras haber obtenido dos actas en los pasados comicios. Ni Galicia en Común ni Marea Galeguista sacarían nada. El 26% de su electorado se pasaría ahora al PSOE y un 45%, al Bloque.