Javier Illanes, maquinista que llevó el Alvia siniestrado el 24 de julio de 2013 desde Medina del Campo hasta Ourense, donde fue relevado por Francisco José Garzón Amo, ha manifestado este miércoles en la quinta sesión del juicio que la vía "no era cien por cien segura" por la señalización deficitaria.

La reducción drástica de velocidad a la que obligaba la curva de A Grandeira era un tema frecuente de conversación entre conductores de trenes, ha relatado este testigo, hasta el punto de que un jefe de Ourense, José Ramón Iglesias Mazaira, avisó por escrito a un superior sobre ese brusco cambio un año y siete meses antes de la tragedia y abogó por la colocación de balizas para recordar dónde hay que bajar.

Con todo, ese sistema de seguridad de respaldo llegó justo después del descarrilamiento de aquel tren en ese giro previo a la entrada en la estación compostelana, siniestro que costó la vida a 80 personas y causó lesiones a 145. Y esto ocurrió, según Illanes, pese a que Adif por aquel entonces ya "tenía los medios" para hacer mejor las cosas, pero "no los utilizó".

Este chófer también ha asegurado que la peligrosidad de esa doblez era un tema frecuente de conversación, "de dominio público".

Y ha dicho con rotundidad, aparte, que evidentemente aquel Alvia circulaba con "muchísimo más riesgo" por estar desconectado el ERTMS, el sistema de control constante que habría avisado a Garzón de la proximidad de esa curva y, en caso de que el acusado no pulsase el botón de conformidad, el vehículo se hubiese detenido automáticamente.

No obstante, el ASFA, inferior, "no es un sistema de seguridad absoluto", tal y como ha precisado Illanes.

El vigilante de seguridad, César Castor González, compareciente en esta misma jornada, ha confesado tener conocimiento de "corrillos" de maquinistas sobre eventuales peligros. "Si sabes escuchar, los escuchas", ha dejado caer.

El que no estaba al tanto era el interventor de a bordo, Antonio Martín Marugán, ya jubilado, que ha llegado a declarar en sala que no sabía ni que la bifurcación "existía".

Todo lo contrario que Illanes, que ha subrayado que se sentía "desprotegido" pero que si nadie hizo caso a Iglesias Mazaira, entendía que él no podía hacer más.

"Si a un jefe de maquinistas no se le hizo caso, ¿qué más podría hacer yo?", ha deslizado.

Y la abogada de Adif que en ese momento le estaba preguntando ha replicado que le llama "poderosamente la atención que un maquinista que se siente desprotegido, existiendo un procedimiento en Renfe para hacerlo constar, no haya hecho uso de él".

Iglesias Mazaira está citado para la sesión de este jueves.

Andrés Cortabitarte, responsable en su día de la seguridad en la circulación de Adif, y procesado por la tragedia junto a Garzón Amo, no ha estado presente. Tampoco el maquinista.

Pueden decidir libremente no acudir porque están exonerados.

A ambos se les imputan 80 fallecimientos por imprudencia grave profesional, 145 lesiones por el mismo motivo, y un delito de daños.