La crisis deja récord de renuncias a herencias en Galicia: más del 10% de los sucesores las desestiman

Deudas del difunto y tributos, los motivos. En el primer semestre, más de 1.700 herederos dijeron ‘no’ al legado, un 13% más que hace un año | A Coruña y Pontevedra suman el 80%

Cuando uno dice a una herencia no solo recibe los ahorros que el difunto deja en el banco, su piso habitual o la casa en la playa, el garaje, las fincas, el coche o las joyas. Si hay deudas, toca hacer frente a ellas y si el testamento procede de tíos, hermanos, primos o amistades además habrá que echar cuentas para ver si el saldo disponible es suficiente para costear el gravoso impuesto de sucesiones para familiares de segundo, tercer o cuarto grado. Y es que en Galicia, las exenciones de este tributo se limitan a herencias en línea directa (padres-hijos, abuelos-nietos y cónyuges) que no superen el millón de euros (el 99% de los casos). Tras el COVID, se ha batido el récord tanto en testamentos registrados como en renuncias.

Renuncias a herencias en Galicia.

Renuncias a herencias en Galicia. / Simón Espinosa

Las deudas que pudiera tener el fallecido, la carga tributaria que hay que asumir y la desorbitada inflación que ha recortado el poder adquisitivo de los ciudadanos han llevado a máximos históricos los herederos que en Galicia dicen no a los bienes legados. Más del 10% de los beneficiarios de una herencia se desentendieron de ella en los primeros seis meses de este año. Fueron un total de 1.766, una media de 10 cada día, según datos del Colegio Notarial de Galicia. Son ya un 13% más que las renuncias registradas durante los primeros seis meses de 2021 (1.561), ejercicio en el que se había tocado techo— 3.234—.

2012 marcó una nueva etapa al superarse por primera vez la barrera del millar de herederos gallegos que dijeron no a los bienes legados (1.288). Y solo dos años más tarde, la cifra casi se duplicaba con un total de 2.049 herencias desestimadas en la comunidad. A falta del balance del segundo semestre de este año, en el último lustro, los notarios registraron en Galicia cerca de 14.000 renuncias.

El volumen de herencias tramitadas el año pasado y también de rechazadas ya había pulverizado todos los récords. Detrás de este balance está el arrastre de la mortalidad que provocó la pandemia, que en época de crisis conllevó cifras históricas de rechazos por las cargas económicas que acarreaban para los beneficiarios. De mantenerse el ritmo de los primeros seis meses del año, 2022 volverá a superar el balance del ejercicio pasado. En los primeros seis meses se tramitaron en la comunidad casi 13.000 herencias, con más de 1.700 herederos que rechazaron su parte. Es decir, el 13% de los herederos renunciaron a los bienes que les dejaron familiares o amistades. Este porcentaje ha ido creciendo levemente año tras año. En la actualidad, en Galicia ya se está dos puntos por encima del registrado el año pasado y entre tres y cinco por encima de la media autonómica.

Los notarios esperan que el gran volumen de herencias de estos dos últimos años, que se explica por el número de fallecimientos que hubo tras el estallido del COVID y por los plazos en el momento de tramitar la sucesión, se prolongue hasta 2023 e incluso 2024, ya que es común que los herederos alarguen el proceso durante dos do tres años después del fallecimiento.

El hecho de que sigan al alza las renuncias responde, en su mayoría, a la existencia de deudas, que en épocas cercanas a las crisis, como la desatada tras la pandemia, es una posibilidad más común. Y la otra gran causa de peso que lleva a cada vez más herederos a rechazar las transmisión a la que tienen derecho es el pago de los impuestos correspondientes —plusvalía en los 115 ayuntamientos que lo aplican y Sucesiones para los legados de familiares en línea colateral—.

De las cuatro provincias gallegas, A Coruña y Pontevedra concentran el grueso de las renuncias a herencias, casi el 80% del total: 754 en el primer caso y 623, en el segundo. Lejos de estas cifras, se colocan los rechazos contabilizados en Lugo (192) y Ourense (197). En el mapa autonómico, Lugo fue la única provincia que en el arranque de este año registró un descenso de las renuncias (-4%). En el extremo opuesto está Ourense, donde aumentaron un 22% respecto al primer semestre de 2021; seguida de A Coruña, donde repuntaron un 16% y en Pontevedra el aumento fue del 13%.

Una factura fiscal de al menos 32.000 euros por el piso del tío

Poco saldo en la cuenta del fallecido, la factura del impuesto de plusvalía municipal y, en el caso de tratarse de legados de hermanos, tíos o amistades, abonar también el de sucesiones. Si a eso se añaden deudas o pagos pendientes como la hipoteca de la vivienda o un préstamo, los herederos optan por desentenderse de esos bienes que tantos quebraderos de cabeza pueden traerle. Un ejemplo basta para entender el coste que acarrea para alguien que haya heredado el piso de un tío.

Por un piso valorado en 150.000 euros, la carga tributaria por Sucesiones que tendría que asumir ese sobrino superaría los 32.400 euros, siempre y cuando el heredero tenga un patrimonio personal inferior a 402.678 euros. De superar esa cifra, el coeficiente multiplicador se eleva y, en consecuencia, también el importe a pagar. Si el tío/a testa a favor de dos sobrinos, cada uno tendría que hacer frente a una cuota tributaria de casi 11.500 euros.

Para el caso de herencias entre hermanos, se establecen exenciones de entre el 95 y el 99%. Pero se limitan a parientes mayores de 65 años y que hayan convivido con el fallecido durante los dos años anteriores a su muerte. Las hermanas solteras, por ejemplo, que conviven en el mismo domicilio, pagarían muy poco por heredar entre ellas la vivienda habitual. En el caso de la herencia de un tío/a a favor de un sobrino-nieto o un extraño no pariente (para los casos de quienes cuidaron al fallecido y son nombrados herederos en agradecimiento), la cuota tributaria supera los 42.500 euros.

Y si el piso es para repartir entre dos sobrinos-nietos, la factura es de casi 16.800 euros para cada heredero. Desde el Colegio Notarial de Galicia destacan que el sector además de asesorar sobre los aspectos sustantivos o jurídicos sobre herencias, en la fase preventiva de redacción de testamentos o pactos sucesorios, también analizan las implicaciones y consecuencias fiscales para así optimizar los impuestos que corresponde pagar a los llamados a una herencia en cada caso.

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