Detenidos por cometer casi 150 asaltos en viviendas, algunas en Oleiros y Culleredo

La banda, que tenía su sede en Barcelona, operaba en el norte de España

Redacción

La Guardia Civil ha detenido a un grupo criminal especializado en asaltar viviendas en zonas rurales aisladas del norte de España, a los que atribuyen casi 150 asaltos en distintas localidades, entre ellos, 16 asaltos en diferentes municipios gallegos, entre ellos Oleiros y Culleredo.

Los delincuentes tenían su sede en Barcelona, desde donde planificaban los robos, al menos 145 cometidos en chalets y casas unifamiliares de Aragón, La Rioja, Castilla y León, Cantabria, Asturias y Galicia. En el caso de la comunidad gallega, fueron 16 los asaltos registrados: 11 en la provincia de A Coruña, en los municipios de Ames, Brión, Oleiros, Teo y Culleredo; 3 asaltos en la provincia de Pontevedra, en las localidades de Gondomar y Baiona; y dos asaltos en la localidad lucense de Outeiro de Rei.

La operación Volcado de la Guardia Civil se ha saldado con 11 personas detenidas y 9 investigadas (el juzgado de instrucción 2 de Huesca ya ha decretado el ingreso en prisión de cuatro de los arrestados), y ha permitido desarticular esta organización experta en el robo de joyas, dinero y objetos de valor.

Así, han sido localizados y recuperados numerosos efectos sustraídos por un valor de 600.000 euros, así como un dispositivo electrónico que usaban para evitar que ladrasen los perros de las viviendas, una piedra de toque con reactivos para comprobar la calidad del oro y un detector de diamantes.

Los autores, residentes en Barcelona, hacían largos desplazamientos desde su domicilio a poblaciones situadas a 300 o 400 kilómetros de distancia. Cometían tres o cuatro asaltos cada jornada, se desplazaban entre provincias durante varios días seguidos y regresaban a Barcelona. Según informó la Guardia Civil, actuaban en horario de tarde o noche, forzando puertas o ventanas de viviendas y desvalijándolas en pocos minutos. Su objetivo principal eran joyas y dinero en efectivo, aunque también sustraían teléfonos, relojes u objetos de valor.

Todas estas personas se dividían en dos grupos, uno operativo y otro de apoyo logístico. Asimismo, realizaban continuos cambios de vehículos y relevos entre las personas que cometían los robos para evitar ser rastreados y dificultar las labores de investigación.